El Real Madrid sigue sin encontrarse. El conjunto blanco pinchó en Vallecas y perdió una oportunidad de oro para seguir abriendo brecha en la clasificación ante un Barcelona que ganó en Vigo y que ya está a tres puntos del equipo de Xabi Alonso. Frente al Rayo Vallecano, el Real Madrid se desordenó por completo, sin rumbo y a la deriva, y el ajuste táctico del tolosarra fue el de poner a Camavinga en el pivote y a Arda Güler de interior, con un Jude Bellingham con un poco más de libertad.
Ese ajuste del técnico tolosarra le dio mucho más empuje al Madrid en el centro del campo en Vallecas, porque con el turco de interior, el conjunto blanco perdió juego, dinamismo y sobre todo, verticalidad. De las botas de Arda Güler llegaron las mejores ocasiones del Real Madrid en Vallecas. La primera intervención de Batalla llegó tras un chut del centrocampista otomano desde fuera del área. El tiro salió de la zurda de gúler, hizo un bote en el suelo que posteriormente el portero del rayo repelió, y el Madrid comenzó a avisar.
Ya en la segunda mitad, el francés era el que sostenía al Madrid en la medular, y Arda fue el que mejor se entendió con los de arriba, sobre todo con Jude Bellingham, y se encargó personalmente de echarse el equipo a las espaldas. En el descuento, cuando quedaba muy poco para que el encuentro finalizase, Arda Güler se inventó una jugada él solo que bien pudo haber sido el gol que decantase el partido a favor del Real Madrid. Arrancó desde el costado derecho, en el callejón del ocho, con una conducción y un eslalon hasta dentro del área. Dribló con el cuerpo, regateó con el balón pegado al pie, y su disparo, cuando iba a coger portería, lo rechazó la defensa del Rayo a córner en lo que pudo haber sido el golazo de la jornada.
Arda Güler coge galones
Salió Güler con gesto serio y de frustración, pero la realidad es que fue de los mejores del cuadro merengue sobre el césped de Vallecas. De lo poco salvable junto a Raúl Asencio en un encuentro en el que el Madrid volvió a reencontrarse con los fantasmas del pasado, y fue incapaz de derribar el muro de Vallecas, y ya vana cuatro temporadas seguidas sin ganar al equipo de la franja en el feudo vallecano. Sin embargo, Xabi Alonso tiene en sus manos a una joya que aún está puliendo y que a cada partido que pasa, se le ve más fino y más acertado en el juego del Real Madrid.
خطييييييييييرة لم تكتمل pic.twitter.com/nz7jtytedi
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Todo lo contrario con Camavinga, quien debe dar un paso al frente esta temporada. Hizo un partidazo en el Clásico ante el Barcelona, en Anfield volvió a dejar dudas, pero ante el Rayo, si embargo, jugó de manera correcta hasta que fue sustituido por Rodrygo en la segunda mitad. Cuando ve el fútbol de cara, Camavinga es un futbolista muy importante en este Real Madrid, ya que tiene una capacidad innata para conducir y romper líneas, dar ese último pase que muchas veces es necesario y hacerse con el centro del campo gracias a su prodigioso físico. Xabi deberá buscarle sitio porque sin Tchouaméni, debe gobernar los partidos en el plano físico con Camavinga como eje central, pero sobre todo, con un Güler que cada vez es más importante en el equipo merengue.