Mbappé volvió a ser uno de los grandes protagonistas en la victoria de Francia ante Ucrania. Sin embargo, el futbolista brilló en la segunda mitad, no así en los primeros 45 minutos, y todo tiene una explicación, algo que le está pasando en el Real Madrid y que condiciona su juego. Deschamps da pistas a Xabi Alonso de cómo mejorar su rendimiento.
Mbappé brilla con Francia
Mbappé marcó un doblete en la victoria de Francia ante Ucrania, con un buen partido del futbolista del Real Madrid, sobre todo en la segunda mitad. El 10 blanco, comenzó el partido con “9”, misma posición que desempeña con Xabi Alonso. Su actuación fue discreta, siempre bien vigilado por la defensa rival, y sin apenas encontrar espacios. Marcó en estos 45 minutos, de penalti, pero estuvo con pocas ideas y pocos recursos.
Pero todo cambió en la segunda mitad, después de que Deschamps introdujera a Hugo Ekitike de delantero centro, volcando a Mbappé más a banda izquierda, y dándole algo más de libertad. La entrada de un 9, no solo liberó al futbolista del Real Madrid, ya que su presencia, le generó más espacios. Esto provocó con Kylian pudiera desplegar su mejor fútbol, atacar los huecos, generar más peligros, y tener más alternativas que acabaron por derrumbar la muralla Ucraniana. Desde 1-0 de penalti en la primera mitad, se pasó a un contundente 4-0, donde los galos volvieron a dar muestras de su fortaleza, uno de los favoritos para el próximo Mundial.
Un 9 para el Real Madrid
Uno de los problemas que está teniendo el Real Madrid en lo que va de temporada, y también pasó el curso pasado, es la falta de recursos en el ataque. Además de faltar un centrocampista que maneje el equipo, que le guie, que le haga jugar, la falta de un “9” puro también lastra al equipo. Las soluciones en ataque pasan por darle balones a Vinicius o a Mbappé, de volcar balones a la banda izquierda, y desde ahí, superar a toda una defensa, a veces poblada con los 10 jugadores de campo rival, hasta llegar a la portería contraria.
No hay alternativas, no hay un 9, que remate balones en el área, que juegue de espaldas, que fije a los centrales, conceptos básicos del fútbol para generar espacios. Si no hay un referente, los centrales se despreocupan de su área, no hay a quien defender, y pueden ayudar a los laterales para frenar a Vinicius o al propio Mbappé, y también pueden vigilar mejor la segunda línea. El ataque blanco, por calidad, sigue siendo peligroso, pero la disposición ayuda a las defensas, y mucho.
Menos recursos, menos alternativas
El Real Madrid solo dispone de dos armas para atacar el marco rival, disparos desde fuera del área o jugar por la banda izquierda para crear ocasiones y, por tanto, todo es muy previsible. La banda derecha, apenas aporta. Se ha fichado a uno de los mejores asistentes del mundo, Alexander-Arnold, máximo pasador en la historia del Liverpool, máximo asistente en las últimas ligas, pero, ¿a quién le va a poner centros? En el Mundial de Clubes, sin ir más lejos, le dio dos goles a Gonzalo, que ejercía de 9. Es solo un ejemplo de lo que se pierde, pero la clave están en los espacios que se dejan de generar sin una amenaza dentro del área.
Francia fue un claro ejemplo, Deschamps mostró el camino, porque la primera parte de Mbappé no fue buena, porque estaba muy vigilado, pero el segundo tiempo, con un 9, pudo desplegar su mejor fútbol.
