Fernando Alonso ya había avisado: «Será un final de año de apretar los dientes”. Y en Las Vegas, uno de los escenarios menos propicios para el Aston Martin AMR25, sus palabras han tomado forma desde la primera jornada. El español se vio atrapado entre banderas rojas, falta de ritmo y una pista tan impredecible como exigente. Y aun así, como acostumbra, no baja los brazos.
La noche del jueves -viernes en España -dejó al asturiano con más dudas que respuestas. En la primera toma de contacto con el trazado urbano del Strip, Alonso reconoció que la realidad es tan complicada como temían: “Sí, esperábamos un fin de semana difícil… y parece que lo va a ser”. Su 18º puesto en los Libres 2, sumado a un intento de vuelta rápida abortado por la enésima interrupción, dibujó un panorama tenso para el equipo verde.
Un jueves caótico que impidió sacar conclusiones para Alonso… y para todos en Las Vegas
Las banderas rojas condicionaron por completo las dos sesiones. Apenas hubo margen para trabajar un programa coherente de pruebas, y Fernando Alonso destacó en Las Vegas precisamente esa dificultad. «Hoy es complicado leer nada por las interrupciones. Creo que nadie pudo completar la última vuelta, así que toca analizar lo poco que tenemos y ver si encontramos algo más de ritmo para mañana”.
Aston Martin tenía previsto un plan específico de evaluación aerodinámica para Las Vegas, un circuito de rectas interminables y frenadas durísimas. Pero todo saltó por los aires con los incidentes de la jornada, incluida una tapa de alcantarilla suelta que ya se ha convertido en un triste clásico en este GP. La falta de continuidad dejó sin datos fiables a los ingenieros, que ahora deberán improvisar sobre la marcha para intentar minimizar daños el resto del fin de semana.
Alonso cree que ni la lluvia pueda ayudar en Las Vegas
F1 TV le preguntó por la previsión de lluvia para el sábado, jornada en la que se esperan precipitaciones continuas. Sin embargo, Alonso fue claro al descartar que el rendimiento del coche tenga algo que ver con la meteorología.
“La lluvia no ha influido mucho. Ha caído algo en los Libres 2, pero no es el motivo. No tenemos nada especial preparado para mañana. A ver si hacemos un buen trabajo y podemos progresar. Pero esto va a costar”, comentó con serenidad.
El AMR25 no ha terminado de funcionar en este tipo de pistas durante todo el año, y Las Vegas, con su combinación extrema de baja carga aerodinámica y asfalto de muy poco agarre, agrava aún más las debilidades del monoplaza.
Un escenario adverso… pero Alonso nunca se rinde
Pese a todo, Fernando mantiene la esperanza de encontrar alguna ventana de oportunidad. Y si algo caracteriza al bicampeón, es su capacidad para sacar oro del caos cuando otros se desconectan. Si la lluvia aparece y la carrera se convierte en una lotería, Alonso se siente cómodo en ese tipo de noches largas en las que la experiencia pesa más que la velocidad pura.
Aston Martin, mientras tanto, se enfrenta a la encrucijada de ajustar un coche que puede llegar a no mostrar su mejor versión este fin de semana. La escudería británica ha empezado por detrás, pero quedan todavía la tercera sesión de libres y la clasificación para intentar enderezar un comienzo gris.
La clave estará en si logran encontrar una configuración más equilibrada para un circuito que exige velocidad punta pero también estabilidad en frenada. No será fácil, pero el equipo confía en tener margen de mejora suficiente para ofrecer a Alonso un coche con el que pueda, al menos, pelear cerca de la zona media.
La pelea será llegar a Q2
Además, y con los datos limitados del jueves, el viernes se convierte en la jornada crucial para definir el rumbo del Gran Premio de Las Vegas para Alonso y Aston Martin. La escudería necesita kilómetros, continuidad y, sobre todo, una pista libre de interrupciones para construir una base más sólida. El objetivo inmediato no es más que encontrar una configuración que permita a Alonso meterse en la batalla de la Q2 o incluso, si todo sale perfecto, soñar con un paso más.
El astur lo sabe. Sabe que su fin de semana empieza cuesta arriba… pero también que aún queda mucho por disputarse. Como él mismo dijo entre líneas, esto no ha hecho más que empezar. Y, aunque sea complicado, está dispuesto a pelearlo hasta el final, como siempre.
En un jueves marcado por las banderas rojas y la falta de ritmo del AMR25, Fernando Alonso es claro y espera que Aston Martin afronte uno de sus fines de semana más difíciles del año en Las Vegas.