Alonso, 7º en Las Vegas y agradecido a la lluvia: «Nos regaló una Q3 bonita»

Alonso partirá séptimo, pero advierte que en condiciones secas será muy difícil mantenerse entre los puntos.

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A pesar de un Aston Martin limitado en seco -y aún más en mojado-, Fernando Alonso volvió a brillar en Las Vegas. Logró meterse séptimo en la Q3, por delante de Hadjar y Leclerc, quienes parecían fuera de su alcance. Su rendimiento fue sobresaliente, un nuevo recordatorio de su capacidad para exprimir el coche incluso cuando no acompaña.

Alonso sobrevive a la lluvia de Las Vegas

Fue una clasificación en Las Vegas que se presentó bajo una lluvia intensa que convirtió la sesión en un espectáculo imprevisible. La pista, un verdadero parque acuático, puso a prueba a los veinte monoplazas que se deslizaban por las calles más icónicas de Nevada. Todos rodaban con neumáticos de lluvia extrema, lidiando con el spray y la visibilidad reducida, mientras la FIA dejaba que la acción fluyera sin banderas rojas que cortaran el ritmo.

«Ha sido difícil para todos, sobre todo en la Q1, porque eran las primeras vueltas que quedábamos todos en este circuito y con este frío, con los neumáticos, etc. Pero bueno, ha salido bien, la verdad es que hace dos horas nunca hubiese pensado estar en Q3″, se ha referido.

Alonso tuvo que levantar el pie en uno de los primeros compases, pero aún así avanzó con comodidad a la Q2. Allí demostró su solvencia y se aseguró un lugar entre los mejores en la Q3, un escenario donde siempre se mueve con soltura. Lo hizo junto a Carlos Sainz, que regaló un momento de alegría a los suyos. Asimismo, fue Fernando el que brilló por encima de Leclerc y Hadjar, asegurando una noche grande pase lo que pase en carrera.

«Hace dos horas no hubiese pensado estar en Q3», dice Alonso

«Ha sido fin de semana que hemos ido bastante lentos en condiciones de seco, así que la lluvia hoy nos ha ayudado muchísimo, pues íbamos a estar seguramente en las últimas posiciones y hemos subido hasta el séptimo, así que hay que estar agradecidos y ver mañana qué se puede hacer», resumía un Fernando con uno de los mejores semblantes de todo el año.

La Q3 fue un auténtico examen de resistencia, y Alonso volvió a hacer ver por qué gusta tanto de días como este. Con un Aston Martin AMR25 que ya arrastraba sus limitaciones en seco, el asturiano logró un séptimo puesto plausible, sacando el máximo partido a un monoplaza que se desinflaba a medida que la pista de Las Vegas comenzaba a secarse.

El asfalto, cargado de agua durante gran parte de la sesión, permitió que el piloto asturiano desplegara su talento, aprovechando cada tracción como nadie. Pero cuando la pista comenzó a perder humedad, el AMR25 mostró sus debilidades. El coche se volvió más frágil, la entrada y salida de las curvas exigía más coraje, y la velocidad punta se resentía. Aun así, Alonso sostuvo su posición frente a rivales más rápidos en condiciones ideales.

El Alonso más satisfecho en Las Vegas: «No tenemos nada que perder»

Eso sí, la carrera se perfila en seco, lo que devolverá a todos a la realidad, o al menos eso es lo que espera el asturiano. «Difícil, difícil. Creo que tenemos que tener los pies en el suelo y saber que hoy ha habido un regalo con la lluvia y estar séptimos, pero mañana, si la carrera va todo normal y es en seco, sería una misión imposible casi estar en los puntos».

«Pero bueno, vamos a intentarlo, ¿no? Salimos séptimos, vamos a hacer el coche ancho, vamos a defender, a hacer una buena estrategia, una buena salida. Y no tenemos nada que perder, así que a ver lo que se puede hacer», emplazaba para el domingo en España.

Su compañero Lance Stroll fue el primero en arriesgar con los neumáticos intermedios en la Q1, pero la apuesta no le salió como esperaba. “Pensábamos que las condiciones exigían los extremos, pero con 18 minutos de sesión nunca sabes si habrá que parar y cambiar gomas. Al final, todos aguantaron los 18 minutos y conseguimos pasar; éramos muy competitivos. Cuando la pista empezó a secarse un poco, perdimos ritmo, y los demás fueron aprendiendo sobre la marcha”, explicó el canadiense, mientras Alonso se mantenía entre las primeras posiciones, sacando partido a la lluvia y a la pista complicada.

Alonso reconoció lo exigente de la sesión, aunque admitió con un guiño que esperaba que fuera todavía más complicada. «Difícil, difícil. Cuando arrancó la clasificación pensé que sería la peor experiencia del mundo. En Las Vegas, con el frío y el poco agarre que tenemos con los neumáticos de seco, ya me preparaba para lo peor. Y con la lluvia, imaginé que sería una auténtica tortura. Pero, afortunadamente, no ha sido tan extremo como pensaba. No hubo banderas rojas ni incidentes graves, y creo que ha sido una clasificación buena y, sobre todo, muy bonita de pilotar”, valoró Fernando Alonso satisfecho.

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