Camavinga se luce… y con un constipado

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Eduardo Camavinga se ha lucido… y eso que jugó resfriado. En el césped del Estadio Georgios Karaiskakis, ante el Olympiacos, el pivote francés ofreció un auténtico recital en el centro del campo. Aunque el resfriado solo le permitió disputar la primera mitad, su actuación bastó para reafirmar su autoridad en la posición. Una sensación que llevaba tiempo sin experimentar tras haber sido reconvertido en interior derecho, casi extremo. La guinda llegó con una asistencia deliciosa a Kylian Mbappé, que sirvió para completar el histórico hat-trick de su compatriota. ‘Cama’ volvió a brillar, aunque, paradójicamente, necesitó estar resfriado para hacerlo.

Camavinga rompió al Olympiacos

Camavinga se adueñó del centro del campo en el Georgios Karaiskakis. Con balón, rozó la perfección: completó el 88% de sus pases (49/56), con una finura especial en campo propio (36 de 38, un 95%) y la valentía de jugar hacia adelante en campo rival (13 de 18, 72%). También calibró al milímetro el desplazamiento largo, acertando los dos que intentó (100%) y marcando el ritmo del ataque blanco en todo momento.

La jugada que mejor resume su noche en Pireo es la asistencia a Mbappé: un balón picado desde el círculo central, a la espalda de la zaga griega, que dejó al ’10’ solo ante el portero para definir ante Tzolakis. Más allá de la brillantez técnica, su impacto físico y defensivo fue igual de determinante: facturó el único regate que intentó, ganó las tres entradas que fue al suelo, recuperó seis balones y se impuso en siete duelos terrestres (de ocho disputados) y en el único duelo aéreo que disputó. Un partidazo en toda regla.

Su sustitución fue un varapalo

Y también hay que decirlo: cuando Camavinga fue sustituido, la sala de máquinas del Real Madrid se llevó un duro varapalo. Cuando Michael Oliver pitó el final de la primera parte, Eduardo encendió las alarmas. Se le veía hablar con los médicos del equipo. En primera instancia, se especuló sobre una nueva lesión. Una más, pero nada de todo esto era cierto. La realidad es que, tal y como confirmó fuentes del Real Madrid durante la segunda parte, ‘Cama’ padecía de un gran resfriado. Por eso se realizó su cambio. Y en su lugar entró Dani Ceballos… que volvió a salir señalado. En la segunda parte del encuentro, el Madrid perdió el control en el centro del campo. El utrerano llevó incluso a un gol griego después de una pérdida. Una noche amarga para él.

Al final del encuentro, Eduardo Camavinga quiso bromear un poco sobre lo ocurrido. En su tradicional publicación post partido, el francés subió una imagen suya inhalando aceites, cubierto de una toalla, para que se le pase el resfriado. Una imagen que no tardó en hacerse viral. El bueno de Eduardo también tiene el sentido del humor.

Camavinga da la cara

Eduardo Camavinga también ha aprovechado su partidazo para reivindicar el estado de ánimos del equipo merengue. En su pasaje por el flash interview de Movistar Plus, el francés dejó un mensaje claro: «Es más la prensa que habla. Veo un vestuario más unido que nunca. Vamos a hacer todo lo posible para ganar y ayudar al míster«. Un recado a los periodistas pero también una muestra de apoyo a Xabi Alonso, quien ha estado en el ojo del huracán en los tres últimos partidos –antes de Olympiacos–. Eduardo sigue sumando y espera poco a poco ganarse ese sitio de titular indiscutible que tanto desea. Y eso pasa por actuaciones como la que se ha visto en Pireo.

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