El Metropolitano vuelve a encontrar su alma. Tras un tramo de temporada en el que los resultados de local parecían menos firmes, el Atlético de Madrid recupera en 2025 lo que había sido históricamente su gran baza: ser un rival casi imbatible cuando juega entre su gente. Los números de los últimos meses evidencian un regreso al fortín: diez partidos como local, nueve victorias y un solo empate.
El Atlético y su Metropolitano, un estadio que vuelve a marcar la diferencia
La evidencia es irrefutable. Desde el inicio de la temporada, el Atlético de Simeone ha disputado diez compromisos oficiales en su feudo, firmando un balance abrumador. Estos han sido nueve victorias consecutivas y un único empate inicial (1-1 ante el Elche). A partir de ese tropiezo inaugural, la maquinaria colchonera encontró una versión de sí misma que se le resistía como visitante, traduciendo convicción en resultados, goles y puntos esenciales.
La remontada arrancó con la victoria contra el Villarreal (2‑0) en el Riyadh Air Metropolitano, siguió con una apelación al orgullo ante el Rayo Vallecano (3‑2) y alcanzó su punto más alto con una contundente goleada en el derbi ante el Real Madrid (5‑2).
El equipo de Diego Simeone ha conseguido, con esta serie de partidos, revertir una tendencia de fragilidad que preocupaba a la afición. De hecho, en ese derbi contra el Real Madrid se erigió la declaración de intenciones de los rojiblancos, ahora emergiendo a jugadores tan talentosos como Marc Pubill.
El Atlético vuelve a una dinámica ganadora de la que no pretende bajarse
Aquella noche, el Atlético mostró la cara que quería exhibir en su estadio, sometiendo al eterno rival con una contundencia poco vista en los últimos enfrentamientos. La racha se cimentó después ante rivales sólidos como el Villarreal (2-0) y se prolongó con exhibiciones de poderío ofensivo ante el Eintracht (5-1) y el Sevilla (3-0). Después vinieron triunfos solventes contra Osasuna, Union Saint-Gilloise o Levante.
Lo crucial de esta Atlético en el Metropolitano es su extensión a ambos escenarios: seis victorias consecutivas en el cómputo global de local y visitante, una racha que se inició a finales de octubre. La última muestra ante el Inter de Milán (2-1) en Champions, un rival nada fácil y del que los de Simeone supieron imponerse en el tiempo de descuento. Todo ello ha devuelto al equipo a una dinámica ganadora. La meta, replicar la histórica secuencia de 15 triunfos seguidos de la temporada pasada, parece complicada, pero el equipo ya ha superado el ecuador de ese desafío.
Si se analizan los diez partidos disputados en el Metropolitano, los números definen un equipo ofensivamente letal: 28 goles a favor y apenas nueve en contra. Esto significa una media de casi tres goles por partido, una cifra inusualmente alta para un equipo históricamente definido por su solidez defensiva. El Metropolitano es ahora un campo donde el ataque fluye, ofreciendo espectáculos de goles como el 5-2 al Real Madrid y el 5-1 al Eintracht.
28 goles, tres porterías a cero y un equipo fuerte en todas las áreas fuera y dentro del Metropolitano
La mística europea también ha regresado con fuerza. El Inter de Milán se ha convertido en la segunda víctima de la renovada atmósfera del Metropolitano, que el texto base describe como «mágica». Victorias sufridas como la reciente ante los italianos (2-1), o solventes ante el Union Saint-Gilloise (3-1) y el Levante (3-1), confirman que el equipo sabe adaptarse a la necesidad de cada encuentro.
No obstante, la racha goleadora no ha comprometido del todo la solvencia defensiva. Aunque los nueve goles encajados muestran un ligero margen de mejora, el equipo ha logrado tres porterías a cero en esta horquilla de diez partidos. La recuperación del equilibrio es el gran mérito de Simeone, que ha encontrado la forma de sumar goles sin desmantelar por completo el tradicional muro defensivo.
El rendimiento de jugadores clave como Koke, Griezmann o Giuliano, entre otros, y la mentalidad de crecimiento impulsada por la confianza local son el motor. La consolidación de esta racha en el Metropolitano del Atlético es la principal noticia de la temporada. Ha devuelto al equipo a la élite de los estadios inexpugnables de Europa. El Metropolitano ha dejado de ser solo un estadio para volver a ser un fortín temido. La advertencia es seria: visitar el césped colchonero es, de nuevo, sinónimo de una noche de máxima exigencia deportiva y ambiental.
Luego de estos enfrentamientos, y también en casa, el Atlético se mide al Real Oviedo en la jornada 14 de LaLiga. El conjunto de Simeone quiere prolongar su gran momento de forma con una victoria, donde se enfrentará a un cuadro ovetense que lucha por la permanencia. Los atléticos son cuartos en la liga doméstica.