Naufragio en el Santiago Bernabéu. 36 días después de su último partido en el coliseo blanco, el Real Madrid dejó morirse en la orilla de su casa. Ante el Celta Vigo, cuatro días después de arrollar al Athletic Club en San Mamés (0-3), los blancos tenían la posibilidad de mantener su buena dinámica y dejar atrás los demonios del mes de noviembre. Pero sin éxito. Porque Claudio Giráldez y sus pupilos vinieron a la capital a asaltar al Real. Después de una primera parte soporífera por parte de los madridistas y la pérdida de Militão por una lesión en el isquio derecho, los Celestes no iban a perdonar en la segunda. Swedberg abrió la lata en el 53′. A posteriori, Fran García fue expulsado en apenas un minuto. Y para colmo, Carreras también vio roja al final, justo antes de que Swedberg firme su doblete. El Madrid pierde por 0-2 y está a cuatro puntos del Barcelona. Próxima cita, Manchester City, el 10 de diciembre.
El Celta se acomoda en el Santiago Bernabéu
Xabi Alonso vuelve a innovar. Con Camavinga tocado –estaba en la convocatoria pero no calentó antes del partido–, el tolosarra se ha tenido que reinventar de nuevo. Renunció a su doble pivote y apostó por Raúl Asencio como lateral derecho. El técnico blanco tenía un plan: atacar en 4-3-3 con Federico Valverde de extremo y defender con cinco atrás. El capitán sería justamente el encargado de hacer los esfuerzos a la hora de replegarse. El donostiarra también sale su tradicional presión alta… pero le cuesta meterse en el partido.
Porque en el primer cuarto de hora, el Real Madrid no se encuentra. Es más, el Celta de Vigo se acomoda en el Santiago Bernabéu. En el 8′ de partido, Bryan Zaragoza le hace malabares a Raúl Asencio en la banda derecha y encuentra a Pablo Durán en la frontal del área. La defensa blanca consigue tapar el disparo del ’18’, pero están avisados. Un minuto más tarde, un nuevo balón largo de los vigueses sorprende a la última línea merengue. Courtois sale de su área y derrumba Bryan… pero no hay falta, porque Alejandro Quintero González señala al andaluz en fuera de juego. 120 segundos después, Zaragoza vuelve a la carga tras un resbalón de Asencio. No queda en nada, pero los gallegos están empezando a oler sangre. El Madrid casi asalta al Celta, con un cabezazo de Bellingham en un córner (16′). Andrei Radu saca una mano estelar. Es el único acercamiento local en este primer cuarto de hora.
Malas noticias: Militão se rompe y el Madrid no se encuentra
Y ojo, porque Éder Militão vuelve a romperse. En el 20′ de partido, en un nuevo balón largo del Celta, Pablo Durán se encuentra en una buena postura para hacer el 0-1. El ’18’ está en situación de uno contra uno con Courtois, pero Militão recupera y evita lo peor… o casi. Porque en su carrera, el brasileño se rompe en el isquio derecho. El ‘3’ supo directamente que algo pasaba. Los médicos del Real Madrid saltan al verde y tienen que sacar al zaguero del campo. Le sustituye Rüdiger. A tres días del partido de Champions League contra el Manchester City, son las peores noticias que podían tener los blancos. Además, Dean Huijsen sigue en la enfermería. Xabi Alonso vuelve a estar en apuros.
Y hasta el final de la primera parte, el Real Madrid no ha encontrado su estilo. Xabi Alonso, en su banda, no dejó de frustrarse. La única ocasión peligrosa llegaría en el minuto 38. Arda Güler tuvo el 1-0 tras una recuperación de Tchouaméni cerca del área. Vinicius encaró y puso un centro medido al área; Mbappé lo bajó de espaldas y asistió a Güler, que, pese a resbalarse, conectó un disparo ajustado que se marchó rozando el palo de Radu. El Celta no se desanima y sigue apretando. Siempre a base de balones largos, Pablo Durán vuelve a la carga. Otra vez, Courtois se luce mientras que Carreras se juega la expulsión. Algunos destellos individuales, como los de Vinicius, intentan darle aire al Madrid. Pero la realidad es que las cosas no están saliendo. 0-0, y al descanso.
Drama a la vuelta
A la vuelta de los vestuarios, el Real Madrid cae en un drama. Aunque Federico Valverde avisó con una volea a los 45 segundos, nada cambia en las filas merengues. Y lo que tenía que pasar, pasó. En el 53′, gol del Celta. En un centro de Bryan Zaragoza, Swedberg remata con la espuela completamente sólo desde el punto de penalti. Thibaut Courtois no puede hacer absolutamente nada. 0-1 para los vigueses. El barco madridista se hunde en su regreso al Santiago Bernabéu. Xabi Alonso mueve fichas y cambia a Asencio. Entra Rodrygo Goes.
Y las cosas no dejan de ir a peor. En el 62′, Fran García es amonestado por derribar a Carreira. Pero, 60 segundos después, al lateral izquierdo del Real Madrid se le va la pinza –no hay otra manera de describirlo– y carga con todo hacia Swedberg. Quintero González saca la segunda amarilla y echa al de Bolaños de Calatrava. Xabi Alonso se queda alucinando en su banda. No da crédito. El Madrid juega con uno menos y va perdiendo. El Santiago Bernabéu no protesta. Esto es un drama.
El Madrid sigue intentándolo…
Mientras tanto, el Real Madrid sigue intentándolo. Xabi Alonso lanza incluso a Gonzalo por Güler (74′). Con uno menos, los pupilos del tolosarra intentan salvar los muebles. Vinicius empieza a aparecer un poco más en su banda zurda. Pero el carioca sigue sin encontrarse con el gol. Kylian Mbappé, en el 78′, casi marca el tanto del empate con una vaselina. Pero su intento aterriza justo por encima de la portería del Celta. El Santiago Bernabéu pide más a sus pupilos. «Échale huevos, Madrid«, gritan las gradas. Mientras tanto, los vigueses se atrincheran y dejan que el reloj pase…
El Real Madrid no baja los brazos. Que se lo digan a Tchouaméni. El pivote es de los pocos en dar la cara. Se eleva en los aires para rematar cualquier cabezazo… y también intenta asistir. A dos minutos del 90′, el francés manda un centro de la cocina. Allí, Gonzalo García golpea de cabeza. Su intento roza el palo de Radu. El Bernabéu empieza a desesperarse, y los jugadores también.
Pero nada cambiará. Es más, todo irá a peor, todavía más. En el descuento, Carreras ve roja. Después de una entrada, el gallego ve amarilla. Sin embargo, el lateral zurdo le dice algo al árbitro… y éste no duda. Como a Fran García media hora antes, Quintero González saca la segunda amarilla a Álvaro. Se desata la locura en el Bernabéu, en el mal sentido. Nadie da crédito de lo ocurrido. Y para rematar, Swedberg remata con el 0-2. Una noche para el olvido.