Abu Dhabi.- James Vowles es una de las personas más felices en el paddock de Fórmula 1. El jefe del equipo Williams ha disfrutado como nadie del año de su equipo en pista. Cuando habla del presente, con los malos momentos de hace no mucho en la retina, se le iluminan los ojos. El británico, ex de Mercedes, está tan orgulloso como sorprendido de que su proyecto haya terminado el año liderando, con total merecimiento, la media tabla de la parrilla. Los años de trabajo y el éxito actual no son casualidad.
«Definitivamente, si me hubieras preguntado doce meses atrás cuáles eran mis expectativas no tendría el quinto puesto del Mundial en mi ‘Bingo’, o los tres podios incluyendo el sprint. Hemos logrado más y especialmente cuando piensas que el 2026 ha sido nuestro foco. Este coche solo ha estado un par de semanas en el túnel de viento, eso es todo. Ha sido más a través de mejoras, simulaciones, comunicación, formas de trabajar, setup, características de equilibrio, así es cómo hemos conseguido mejorar. También tengo que decir que si alguien me decía hace doce meses que Aston iría hacia el noveno, lo cuestionaría», expresó Vowles desde el paddock de Abu Dhabi a este medio.
Williams, que hace tres cursos era el peor equipo de la Fórmula 1, ha cerrado 2025 como quinta fuerza detrás de los cuatro grandes: «Hemos hecho todo lo que tenemos que hacer para que este equipo continúe creciendo para llegar a un nivel de pelear por campeonatos en el futuro, pero no tenemos las instalaciones o las capacidades de Mercedes. Es tan sencillo como eso a día de hoy». Vowles mira al futuro con optimismo, en parte, por montar motores Mercedes. No obstante, se hizo el loco cuando se le preguntó por aquello de dominar la parrilla: «Nadie sabe, nadie de los fabricantes de ningún motor sabe dónde van a estar, y parte de la especulación que apareció, creo que fue un equipo y un fabricante de unidades de potenciatratando de crear una narrativa para hacer algunos cambios, para ser completamente claro. Ferrari no habrá hecho un mal trabajo y Honda ha sido referente este año. Así que no creo que sea como el 2014″.
Rendido a Sainz
Desde el primer día se ha rendido a él. Lo trajo como un fichaje galáctico y, tras un comienzo de año complicado, Carlos Sainz se ha convertido en el rey de Williams: «Su mayor contribución… Carlos es absolutamente brillante. Primero de todo, combina con Alex muy bien, ambos tienen exactamente el mismo estilo de pilotaje y lo que quieren en el coche. Sé que suena extraño, pero una voz tal vez no te maneja, dos voces diciendo lo mismo, absolutamente te dan la dirección por la que ir. Número dos, su manera de trabajar, especialmente con los equipos aerodinámicos, es muy, muy buena. Tiene la habilidad de llevarte a través de los datos y llevarte exactamente a un punto en el que está sufriendo con un problema de equilibrio, lo que te permite buscar profundamente dentro. Es ese nivel de detalle que ganas con él».
«El comienzo del año nos llevó más tiempo de lo que pensé, y lo pensó Carlos también, para realmente acostumbrarse a cómo es el Williams porque es un coche muy diferente al Ferrari, pero los resultados están aquí y ahora», comentó sobre la difícil adaptación del madrileño en la primera parte de temporada. En la segunda, todo lo contrario: dos podios y uno en la sprint de Austin gracias a un pilotaje sólido y de mucho nivel.
«Trabajar con él ha sido mejor de lo que esperaba porque, primero, hay algunas cosas que no sabía antes de venir aquí. Cuando pones presión en él, él se vuelve mejor. Necesita presión para poder funcionar de una manera mejor. No sabía eso de él, pero es un buen hábito. Segundo, el nivel de detalle y feedback, es muy raro para un piloto. Y, de nuevo, no sabía eso antes de ficharlo. Solo sabía que él era muy bueno en trabajar con el equipo. Su colaboración, su cultura, sus creencias, sus valores son exactamente los mismos que Alex», concluyó.