El Real Madrid no se encuentra sin Kylian Mbappé. Este pasado miércoles, los blancos cayeron en la Champions League por 1-2 ante el Manchester City sin su máximo artillero. El ’10’ de los blancos no pudo disputar el partido por unas molestias en la pierna izquierda. El martes, el francés había encendido todas las alarmas tras no aparecer en el entrenamiento previo al partido. El Madrid apuró hasta el día del partido para sacar su convocatoria y poder contar con él. Finalmente, entró. Eso sí, a pocas horas del pitido inicial de Clément Turpin, Kylian se seguía probando en Valdebebas. Quería jugar, sí o sí. Sin embargo, Xabi Alonso le descartó en la charla. Ya en el Bernabéu, Mbappé ni calentó. Se sentó en el banquillo… y ya.
El Madrid echó de menos a Mbappé
Erling Haaland llegó al Santiago Bernabéu sin oposición. El noruego, quien marcó su 21° tanto del curso –en 21 partidos– tras convertir el penalti provocado por Antonio Rüdiger, esperaba toparse con Kylian Mbappé. Era el choque de titanes que todo el mundo esperaba. Los dos jugadores están en el top 3 de los delanteros más letales del mundo. El ’10’ del Real Madrid suma 25 goles en 21 encuentros esta temporada. Solo le supera Harry Kane y sus 28 dianas en 23 choques. Erling sigue la marcha. La Bota de Oro se jugará entre ellos este año.
Pero, volviendo al partido, el Real Madrid echó de menos su letalidad. Aunque contra el Celta de Vigo pecó ante los tres palos, este miércoles, los blancos necesitaban a un killer. Amén del gran trabajo realizado por Gonzalo García y luego Endrick –tocó travesaño–, a Xabi Alonso le faltó mandar a guardarla. El Madrid tiró 16 veces. Solo uno llegó a puerta… y acabó en gol. Sino, nada. Amén de los diez disparos que tuvieron dentro del área, solo uno encontró los tres palos de Donnarumma –y acabó dentro–.
Si nos vamos a los números, el Real Madrid tuvo apenas un 6% de efectividad contra el Manchester City. Algo muy pobre… y lejos de los 28% de Kylian Mbappé en la Champions. Este año, el francés suma nueve goles en cinco partidos en la ‘orejona’. Firmó el primer póker de su carrera ante el Olympiacos y se ha convertido en el máximo artillero de la competición. Sus datos dejan en vilo a toda Europa: enjaula cada 49 minutos y marca, de media, casi dos tantos por encuentro (1.8). Nadie hace mejor que él.
Xabi Alonso lo intentó con Gonzalo… y luego Bellingham y Endrick
Para suplir la baja de Kylian Mbappé, Xabi Alonso acudió a la solución del Mundial de Clubes: don Gonzalo García. Cuando Kylian Mbappé padecía de una gastroenteritis aguda, el canterano era el chaleco salvavidas del tolosarra. Y en Estados Unidos, fue más que eso. Con sus cuatro goles, el español acabó siendo la revelación del torneo y levantó incluso el trofeo de máximo anotador. Pero desde entonces, no se le volvió a ver con Xabi. Porque Kylian le ocupaba el sitio.
Pero este miércoles, la oportunidad se volvía a presentar. Antes de este partido, Gonzalo García había disputado 163 minutos en 13 partidos. Apenas tenía migas para montarse un festín. Y contra el City, Xabi Alonso apostó por él. Era su segunda titularidad del curso –Espanyol la primera–. Sin embargo, amén de haberlo intentado durante los 58 minutos que jugó, Gonzalo se quedó con las ganas de reventar la portería de Donnarumma. Aunque supo participar en el juego, el ariete no tiró una sola vez en todo el partido.
Durante 20 minutos, Xabi Alonso tiró de Jude Bellingham como delantero centro, o falso nueve. Como lo quieran llamar. El inglés, que siempre quiere cargar hacia al área, estuvo cerca de tumbar la casa en varias ocasiones. Sin embargo, él también se quedó corto. Pero él que lo tuvo más cerca fue Endrick. El de Taguatinga saltó al césped en el minuto 79′ y, en el 85′, el ‘9’ casi derrumba al Santiago Bernabéu. En un centro de Álvaro Carreras, el brasileño despegó, remató de cabeza… y estrelló el intento en el travesaño de Donnarumma. Xabi no daba crédito. Endrick, tampoco. Por fin había llegado su momento… pero deberá seguir esperando.
¿Mbappé, presente en Mendizorroza?
Pero Gonzalo podría volver a tener una bala en Mendizorroza. Xabi Alonso desconoce todavía si Kylian Mbappé podrá jugar en Vitoria. «Es demasiado pronto para hablar de si llega o no. Hoy no estaba para jugar», confesó el tolosarra en rueda de prensa. Por ende, tanto el ’16’ podría tener una nueva oportunidad para hacer sangre mientras Kylian se recupere de sus dolores en la pierna izquierda. Por parte de Endrick, no será posible. El brasileño vio roja contra el Celta de Vigo –desde el banquillo– y se perderá los dos próximos encuentros ligueros –Alavés y Sevilla–. Solo podrá estar contra el Talavera de la Reina, en Copa del Rey.
Xabi lo necesitará…
El Madrid compite sin Mbappé, pero no gana igual. La derrota ante el Manchester City lo dejó más claro que nunca: al equipo de Xabi Alonso se le cayó la estructura ofensiva sin su gran referencia. Y no por falta de alternativas, sino porque el sistema –ese que fluye entre Bellingham, Vinicius y el propio Kylian– está diseñado para que el francés sea el punto donde todo termina. Xabi no solo perdió a su goleador, perdió a su plan. El tolosarra sabe que todo gran proyecto necesita una constante, un jugador que te gane partidos cuando el plan no alcanza. En el Liverpool de Klopp fue Salah, en el Madrid de Ancelotti fue Benzema, y ahora, en el de Xabi, debe ser Mbappé.
Mbappé es más que un finalizador. Su presencia condiciona la manera en que los rivales defienden, obliga a los laterales a replegar y ofrece a sus compañeros un espacio que sin él simplemente no existe. Con Kylian, Bellingham puede romper desde la segunda línea y Vinicius encuentra aire por dentro; sin él, ambos se congestionan en un embudo constante. Ante el City, el Madrid tuvo dominio territorial y acumuló remates –16 en total–, pero solo algunos pocos tuvieron esa sensación de amenaza real. Faltó el rugido que suele liberar al equipo, la chispa que transforma cada ataque en una certeza.
El Madrid puede sobrevivir sin Kylian, pero no sostener una temporada entera sin él. La Champions, sobre todo, exige ese tipo de futbolista que aparezca cuando los esquemas se agotan y la pizarra se disuelve en el vértigo. Xabi lo sabe. Y aunque su idea de juego apunta al control y la fluidez, para ganarlo todo necesita algo más primitivo: alguien que marque diferencias por instinto. Por eso, más allá de lo táctico o lo físico, lo que el Madrid necesita es sentir a Mbappé. Porque mientras el francés se mantenga fuera, el equipo parecerá completo… pero no entero.