No es algo nuevo que al Real Madrid le falte intensidad sobre el terreno de juego. Precisamente Carlo Ancelotti ya reclamaba energía e intensidad el curso pasado, cuando el equipo blanco se iba descosiendo en a medida que iban transcurriendo los partidos. Con la llegada de Xabi Alonso, parecía que la cosa cambiaba ligeramente, pero el efecto inicial se ha ido disolviendo, y el equipo ahora evidencia este problema en cada partido.
Victoria, pero sin brillo
El Real Madrid volvió a la senda de la victoria ante el Alavés, pero el equipo estuvo cerca de volver a ceder un empate. Rodrygo se encargó de darle los tres puntos a un equipo que volvió a faltarle colmillo en muchos momentos del partido. Sin ir más lejos, en la jugada del empate, Mbappé no presiona al hombre que tiene el balón, le permite jugar en largo y el pase deja a su compañero en un mano a mano contra Courtois. El equipo parece salir los primeros minutos mentalizados de que tienen que trabajar más, pero esto se va disolviendo a medida que se va jugando el partido.
Sin embargo, esto no ha sido así desde la llegada de Xabi Alonso al comienzo de la temporada. El entrenador vasco, desde el primer día, logró un lavado rápido de cara del equipo, en el que, aun faltando fútbol, se veían un grupo que presionaba, que peleaba cada balón, que robaba en campo contrario. Parecía que era cuestión de tiempo que la cosa fuera a mejor, pero ha pasado todo lo contrario.
¿Qué les pasa a los jugadores del Real Madrid?
Sorprende ver la actitud de los jugadores actuales del Real Madrid, solo hay que remontarse unos años y la comparación en alarmante. El Real Madrid viene de levantar 6 Champions League en solo 10 años, es decir, solo un equipo (sin contar el propio Real Madrid), ha ganado más Champions en toda la historia de la competición, el Milan. Los jugadores por aquel entonces, Modric, Kroos, Casemiro, Ronaldo, Sergio Ramos… no parecían cansarse de ganar, más bien todo lo contrario, parecían querer más y más continuamente.
De la plantilla actual, esa hambre parecen tenerla pocos jugadores, Mbappé que aún no ha ganado la Champions, o los que tienen que pelearse el puesto. Pero quienes ya han saboreado el éxito, parecen más acomodados, esperando a que lleguen esos partidos clave, y tomándose la temporada menos en serio. Para correr, para trabajar en el campo, sobre todo sin balón, hace falta motivación, hace falta tener ganas de ganar como sea, pero a estos jugadores parece que ese gen les falta.
Reacción del equipo
Si parece que el equipo ha intentado reaccionar en los últimos partidos. Ante el Manchester City la actitud fue muy positiva, pero ante el Alavés, hubo de todo, porque el equipo comenzó muy bien, pero una vez que se pudo por delante, bajó considerablemente la intensidad, como si el partido estuviera ganado. Tras el empate, llagaron las urgencias, esta vez se marcó el gol definitivo, el gol que este año no está llegando, pero volvió a evidenciar una excesiva relajación de los jugadores.
Será complicada medir la reacción en copa, se podrá ver mejor el próximo sábado en el Santiago Bernabéu ante el Sevilla, en el último partido del año, un encuentro donde los tres puntos son más que obligatorios para no acabar el año muy distanciado del Barcelona.
