«Desconectaré un poco, tengo que viajar esta noche. Mañana tengo simulador en la fábrica, la verdad no me apetece mucho… más que nada porque voy a dormir en el avión 4 o 5 horas y de repente me voy a meter en el simulador, así que va a ser un poco duro. Pero bueno, hay que hacerlo. Y luego sí, descansar un poco en Navidad y no tocaré el kart hasta enero». Acababa de cruzar la meta en Yas Marina en sexta posición y sentía una mezcla de orgullo y satisfacción, en un mezcladillo de cansancio y hartazgo tras una temporada complicada.
Era el 7 de diciembre y Fernando Alonso tenía claro cómo iban a ser sus vacaciones. Las Navidades más cortas de su vida, todo sea dicho. El bicampeón sabía lo que le hacía falta y lo que quería: uno de sus mandamientos era «descansar» y «desconectar un poco», tal y como le reconoció a este medio en el paddock de Abu Dhabi hace semana y media. Ni caso. Diez días después de aquellas palabras, el asturiano vuelve a pisar un circuito para hacer lo que mejor se le da y lo que más disfruta en su vida: pilotar. En plenas vacaciones. El sábado se celebró la tradicional cena de Navidad de Aston Martin, organizada en Silverstone, y el español decidió descansar. No asistió pero mandó un mensaje telemático a los presentes a través de un video.
No es que se hayan acabado sus días libres. Simplemente, han sufrido un breve alto en el camino. Se entiende que pasará más jornadas de descanso hasta principios de enero, fecha en las que los pilotos tendrán que retomar la actividad para un cargado 2026 con test y 24 carreras. Alonso ha pasado el miércoles en el Circuit de Barcelona-Catalunya, lugar del que es embajador desde el pasado día 27 de mayo. Cualquier cosa menos parar y estarse quieto, justo como otro adicto a las carreras como Max Verstappen, que ayer pasó el día rodando en Estoril, en Portugal. Hoy miércoles, el asturiano se ha subido a un Aston Martin en Montmeló. No a un monoplaza de Fórmula 1 sino a un GT, justo como hizo en la jornada de ayer el neerlandés.
Tres stints para él
Rodará y acumulará giros en el trazado catalán mientras la mayoría de pilotos de la parrilla de Fórmula 1 descansan y desconectan durante las vacaciones navideñas. Que es lo habitual. Lo más curioso de la historia es el ‘madrugón’ que ha provocado Alonso, que parece tener unas ganas inmensas de subirse al GT. Lo antes posible si fuera por él. Tal vez incluso se suba al Valkyrie también, que se especula esté por los boxes. Si algunos trabajadores del Circuit tenía una hora fijada para entrar a trabajar, el bicampeón la ha hecho añicos. Para sorpresa de todos, la ha adelantado y les ha ‘robado’ unos minutos de sueño y de permanecer durmiendo en la cama.
Desde primera hora de la mañana, con plena oscuridad en el cielo a eso de las siete y algo de la mañana, todo listo en Montmeló: el ovetense arrancaba su primer stint a las diez de la mañana pero la acción en pista lo hacía dos horas antes, a las ocho. De diez a doce, de una a dos y una última tanda desde las tres del mediodía, el asfalto de Montmeló fue todo para Alonso. Se entiende que, en esta jornada donde ha estado presente el bicampeón, ha habido varios test privados. Otro de ellos ha tenido como protagonistas varios Fórmula 4. Prometió que dejaría el kart aparcado «hasta enero» y lo está cumpliendo. Ahora, lo de dejar de pilotar es un imposible para un adicto al motorsport. Ahora, a descansar.
