O le amas o le odias. Helmut Marko nunca deja indiferente a nadie. Los titulares que dejaba cada semana el exasesor de Red Bull ya son historia tras su desvinculación del equipo de las bebidas energéticas. El austríaco, de 82 años, se distancia del Gran Circo y de todo el ruido y polémicas que este arrastra consigo. Eso sí, muere matando, como se dice popularmente. Marko, pocos días después de anunciarse su marcha, ha cargado duramente contra Christian Horner, jefe de equipo hasta este verano. Cree que es el culpable de no haber podido ganar el Mundial de Pilotos con Max Verstappen. Curioso cuando lleva fuera de la escudería desde principios de julio.
En declaraciones al medio De Limburger, Marko fue muy contundente cuando mencionó el despido de Horner: “Teníamos que hacer algo porque el rendimiento en pista no estaba ahí. Si lo hubiésemos hecho antes, habríamos sido más rápidos en pista este año y Max habría sido campeón del mundo. Estoy absolutamente convencido de ello». Tiene claro que la culpa es del británico. El austríaco reconoció sentirse muy dolido por no haber ganado el Mundial pues a Verstappen solo le faltaron dos puntos para culminar su remontada con los McLaren. Tuvo opciones hasta las últimas vueltas de Abu Dhabi pero se acabó llevando el gato al agua Lando Norris: “Estoy profundamente afectado por la pérdida del título mundial. No quiero entrar en demasiados detalles y no leí ese comunicado de prensa absurdo. Déjenme decirles que muchas cosas han cambiado dentro del equipo en poco tiempo. Uno cree que conoce bien a la gente, pero resulta que no es así”.
«Juegos sucios»
Y volvió a mencionar a Horner, que fue despedido el 9 de julio. Tiene fijación con el exjefe de equipo: “Teníamos que hacer algo porque el rendimiento en la pista estaba fallando. Esos últimos años con Horner no fueron agradables, se jugaron juegos sucios”. ¿A qué juegos sucios se refiere Marko? “¿Recuerdas cuando en la etapa de Sergio Pérez se dijo que yo había afirmado que los mexicanos estaban menos concentrados que los holandeses o los alemanes? Eso fue inventado, quizá por ellos. Igual que cuando dije que el desarrollo de nuestro motor no iba bien y que íbamos a perder a Ford. Yo nunca dije eso», se defiende el exasesor, que niega aquellas declaraciones polémicas.
Unas acusaciones que no afectaron a Verstappen, compañero de Pérez por aquel entonces. Fue el neerlandés quien echó un cable al austriaco: “Horner quería utilizarlo para echarme pero Max entró en escena en Yeda y eso no sucedió. Cada vez teníamos más pruebas de que Horner mentía sobre todo. Cuando Chalerm (Yoovidhya, principal accionista de Red Bull) se dio cuenta, entró en razón“, cierra Marko, que evidencia el horrible clima de tensión y tenso ambiente de trabajo que había en Red Bull. El proyecto ha vivido varias salidas de peso en el último año, como la de Jonathan Wheatley hacia Sauber, ahora Audi. Menos Verstappen, todos los pesos pesados han salido. El primero en hacerlo fue Adrian Newey y, desde entonces, el barco de Red Bull se mantiene a flote como puede.






