Mientras que Vinicius vive el peor momento con la camiseta del Real Madrid, Rodrygo parece haber encontrado el camino para volver a ser importante en el equipo. El último partido fue la gran prueba de ello, cuando Vini fue sustituido (y pitado por la afición del Bernabéu), Rodrygo se puso en el perfil izquierdo y en su primera intervención forzó el penalti que le aseguró la victoria a los blancos. Vuelve a haber debate, vuelve a ver dudas sobre quién debe jugar en la banda izquierda.
El resurgir de Rodrygo
Los últimos partidos del año no le van a servir a Rodrygo pare recuperar todo lo perdido en este último año en el Real Madrid, pero sí le da cierta esperanza. El brasileño, indiscutible en la era Ancelotti, ha perdido su estatus en el Real Madrid, pero sus últimos partidos, volver a marcar en Liga y en Champions, volver a ser decisivo, le devuelve la esperanza y abre un debate sobre si debe jugar por delante de un Vinicius que parece haber tocado fondo.
Vinicius, en su peor momento
No cabe duda que si los dos futbolistas están a su mejor nivel, Vinicius está por encima de Rodrygo. Pero lo cierto es que Vini está atravesando su peor momento en el Real Madrid. Tras un año donde todo le ha ido saliendo mal, lejos de mejorar, ha seguido haciéndolo peor. En la actualidad atraviesa una racha de 12 partidos sin marcar, pero más allá de los goles, preocupa más la falta de juego que está evidenciando, ya no es determinante, ya no genera peligro: encara, la pide, lo intenta, pero no le sale las cosas. Si esto fuera poco, su compromiso colectivo sigue estando muy por debajo de lo que le reclama el entrenador, de lo que reclama un equipo que, en un momento tan duro, necesita que todos arrimen el hombro para sacar la situación adelante, y él no lo está consiguiendo.
Una actitud completamente diferente
La manera de comportarse de ambos jugadores abre el debate más que nunca. Rodrygo ha vivido una situación muy compleja, muy dura para él, donde llegó a especularse con su salida del Real Madrid. Ha pasado de ser un titular a ser el penúltimo de la rotación, por delante de Endrick solamente, pero el futbolista no ha levantado la voz, ha seguido trabajando día tras día, quizá más que nunca, fuera de los focos de Valdebebas. Y poco ha ido ganando minutos, se ha ido ganando la confianza de un Xabi Alonso que sabe que necesita de la implicación de sus jugadores para sacar esto adelante. Ha obtenido sus primeros frutos, todavía insuficientes, pero alentadores.
Por el contrario, Vinicius es la otra cara de la moneda. Ha gozado de menos confianza que con Ancelotti, pero titularísimo al fin y el cabo. Pero no ha llevado nada bien que Xabi Alonso le haya enseñado lo que se siente al estar sentado en el banquillo más de lo habitual. Más allá del mal juego, ha protagonizado episodios desafortunados que no han gustado, como su airada reacción el día del Clásico al ser sustituido, a ojos de todo el planeta en el partido más visto del año, o la última en el partido de Copa ante el Talavera, cuando los locales marcaron el segundo gol, cuando todo el madridismo sufría con la situación del equipo, ver a uno de los capitanes partirse de risa en el banquillo creo indignación. Tanta, que tres días después, el último partido del año ante el Sevilla, el Bernabéu le dedicó una sonora pitada.
El Real Madrid, la afición, quiere ahora a jugadores que se dejen la vida por este escudo, quieren ver compromiso, y ahora, eso no se lo ven a Vinicius, y si a un Rodrygo que, además de trabajar en silencia, se está dejando todo lo que tiene sobre el verde, en ataque, pero sobre todo en defensa y en el trabajo colectivo. En el mejor momento, nadie duda de que Vinicius es mejor, pero para estos momentos, el debate de quién debe ser titular está más abierto que nunca.






