Los test de Bahréin dejaron dudas en Aston Martin. Si bien escuderías como McLaren y Ferrari mostraron un gran potencial, los de Silverstone optaron por un camino diferente: recogida de datos y pruebas aerodinámicas a costa de no exhibir el verdadero potencial de su AMR25. Fernando Alonso dejó claro su mensaje: «No es una pretemporada válida, los equipos se irán desarrollando hasta la mitad de campeonato».
Las más de 300 vueltas completadas por Aston Martin en Bahréin muestran un enfoque en la fiabilidad y en la configuración de carrera, pero no en realizar tiempos rápidos en simulaciones de clasificación. En la misma línea, Pedro de la Rosa, embajador del equipo, también incidió en la estrategia: «Muchos se han vaciado para ser primeros. Nosotros no hicimos simulaciones. Hay cosas positivas y somos optimistas en las áreas a mejorar».
La clave de Aston Martin: estabilidad y carga aerodinámica
Aston Martin ha apostado por optimizar la estabilidad del monoplaza sin desmejorar la carga aerodinámica. Eric Blandin, el jefe de aerodinámica, confirmó que uno de los objetivos principales del AMR25 era precisamente este. Andy Cowell, jefe de equipo, lo explicó de la siguiente manera: «Queríamos aumentar la carga aerodinámica y mantener el coche estable«.
Los cambios realizados en pontones y en el alerón han permitido complementar un mejor equilibrio, si bien los test no mostraron cambios en cuanto a la velocidad pura, los ingenieros son optimistas y confían en que las primeras mejoras según el equipo marcarán la diferencia en Australia. El motor de Mercedes utilizado por Aston Martin en los test también se vio limitado en cuanto a revoluciones y al no poder mostrar todo su potencial, un matiz clave que podría alterar el resultado final cuando se libere toda su fuerza en el circuito de Melbourne.
La consistencia del monoplaza se observó también en su paso por curva. Fernando Alonso demostró que el coche responde bien en condiciones difíciles. Modificó sus frenadas sin errores significativos y mantuvo un correcto desgaste de los neumáticos, algo importante en una pista como la de Albert Park.
Fernando Alonso, el factor diferencial en Melbourne
Si hay un apartado que podría ser determinante en este GP de Australia ese es Fernando Alonso. Realizó tiradas largas con gomas duras sin notar una caída de rendimiento. Su experiencia y el poder ponerse en la estrategia de la carrera son dos factores que pueden ser clave en un circuito que presenta desgaste de neumáticos y gestión de ritmo.
El doble campeón del mundo respira tranquilidad ante la adversidad de ahora: «No estoy preocupado. Hay avances positivos, pero tenemos que seguir trabajando. Si las actualizaciones funcionan, daremos un gran paso«. Esta filosofía de trabajo la tiene el equipo al completo, que ha aprendido de las oscilaciones del 2024 y se decanta por un cambio gradual más que por una solución exprés.
La dirección técnica encabezada por Cowell ha puesto en marcha un nuevo sistema de trabajo fundamentado en la robustez y la mejora continua. Pedro de la Rosa lo expuso de una forma muy rotunda: «Contamos en todos los niveles con un buen equipo, herramientas, personas y talento». Mientras tanto, Alonso también sigue esta misma línea de pensamiento, «solo nos centramos en nosotros», subrayó.
En Aston Martin llegan al GP de Australia sin haber mostrado todas sus cartas, pero con la hoja de ruta clara. La estabilidad del AMR25, la experiencia que tiene Alonso, un motor Mercedes que en los test de pretemporada podría haber rendido por debajo de lo esperado, son signos positivos para los británicos. Las actualizaciones que llevaban pensadas y que deberían funcionar harán que la pista australiana sea la primera carrera donde se muestra el potencial real de Aston Martin.