Alberola Rojas perdonó la expulsión a Sorloth: el noruego celebró su gol con la grada

El noruego no vio la segunda amarilla tras su celebración con la grada del Metropolitano

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El encuentro entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid se marchó al descanso con empate (2-2) en el marcador. Los goles de Kylian Mbappé y Arda Güler por parte del lado madridista, y los de Le Normand y Sorloth en el conjunto rojiblanco, pusieron picante al derbi madrileño, que tuvo varia fases en el mismo encuentro. Empezó mejor el equipo de Diego Pablo Simeone, y lo materializó en el marcador con el tanto del central hispano-francés, Robin Le Normand. El defensa colchonero le ganó la marca a Tchouaméni, y remató a la perfección, imposible para Thibaut Courtois.

A partir del tanto del Atlético de Madrid, el equipo de Xabi Alonso comenzó a crecer y fue entonándose en el partido. El gol del empate llegó en el minuto 24, obra de Kylian Mbappé. El turco, Arda Güler, le dio una asistencia majestuosa y el delantero galo, intratable en este inicio de temporada, volvió a ver portería y marcó el gol que iba a poner equilibrio en la balanza. Pocos minutos después, en el 36′, el turco iba a anotar el 1-2 gracias a una jugada espectacular de Vinicius. El brasileño hizo de funambulista en la banda, dejó atrás a Le Normand, y se la dio a Güler para el segundo gol en el partido, y en su cuenta personal en esta temporada.

La polémica llegó tras el 2-2 de Sorloth, que anotó un golazo de cabeza antes del descanso, en el 45’+3, y puso el 2-2 en el marcador. Su celebración fue lo que llevó a la acción que desencadenó el enfado de los madridistas, ya que el delantero noruego del Atlético de Madrid lo celebró con la grada, y ya tenía amarilla. El colegiado, Alberola Rojas, no le mostró la segunda cartulina, que iba a desencadenar la expulsión. De ahí el mosqueo y el enfado del club blanco.

El reglamento señala que en caso de marcar y celebrarlo con la afición, es motivo de ser amonestado con tarjeta amarilla. «Entrar en la grada o interactuar físicamente con el público (subirse, abrazarse con aficionados, etc.)», explica el reglamento. Con todo y con ello, el futbolista rojiblanco no vio la tarjeta roja y por lo tanto, siguió jugando en el terreno de juego.

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