Jude Bellingham no estaba listo para ser lanzado a la jaula. Ante el Atlético de Madrid, el inglés firmó su primera titularidad, 80 días después de la última. Durante el verano, el británico se operó del hombro y estuvo algo más de dos meses fuera de los verdes. Regresó contra el Espanyol –jugó diez minutos– y disputó el último ecuador de la segunda parte ante el Levante. En el Riyadh Air Metropolitano, contra todo pronóstico, Xabi Alonso le lanzó a la piscina. El tolosarra sacrificó la buena forma de Franco Mastantuono para colocar a Jude. No le salió bien. Y así se justificó el vasco: «Necesitamos a todos y Jude es fundamental para el equipo. Estaba entrenando bien. Sin él también éramos muy perdedores en los duelos. No hemos sabido imponernos. Las decisiones, las analizaremos«.
Bellingham, perdido en el Metropolitano
Quizás no era el partido para probar cosas. En ocho partidos que lleva Xabi Alonso esta temporada, el nuevo técnico del Real Madrid recopila ocho onces diferentes. Siempre le ha gustado probar nuevas cosas. Si a Carlo Ancelotti se le pedía cambiar de vez en cuando su alineación, ahora al vasco… Habría que decirle de implantar realmente una disposición clara para los partidos importantes. Hasta ahora, el equipo funcionaba muy bien con Arda Güler de enganche. Si bien Federico Valverde peca, el turco estaba siendo indispensable en la sala de máquinas merengue.
Y para el Derbi, Xabi Alonso lo retocó todo. Colocó a Arda Güler de extremo derecho y Jude Bellingham asumió el rol de enganche. Un ‘test’ que se podría haber hecho en el Ciutat de València, o incluso en Kazajistán contra rivales de menos nombre. No en el Metropolitano contra el Atlético de Madrid. Pero Xabi Alonso quiso jugar con fuego… Y se quemó. A los genios también les pasan. Porque el inglés apenas apareció ante los colchoneros. En 70 minutos, tocó 43 balones, dio apenas 24 pases y perdió siete veces la pelota. Lo poco que le salva ha sido su característica ‘grinta’. Ganó el 75% –9/12– de sus duelos. Nadie se lo podrá quitar, tiene mucha hambre.
Pero todavía no estaba preparado, porque todavía no tiene los automatismos con sus compañeros. En el Mundial de Clubes, era otra cosa. Ahora, la película ha cambiado. Xabi Alonso va implantando su idea poco a poco y los que más juegan empiezan a entenderla. En el caso de Jude… apenas llevaba media hora con ese nuevo Xabi. No tenía la química todavía para asumir el rol que esperaban de él. Llegará, obviamente. Pero tiene que adaptarse. En el Metropolitano, en muchas ocasiones se le buscaba. Sin embargo, el británico no se mostraba disponible. No venía a por la pelota.
Xabi Alonso le ve como un mediocampista ofensivo
«Es un centrocampista ofensivo. Puede participar en la elaboración y en la finalización. Tenemos que pensar para que él sea lo más desequilibrante posible. Hay que llegar con la mayor ventaja para que sea desequilibrante. Necesito de su flexibilidad. Algunos jugadores son más estáticos y Jude no es así«, contaba Xabi Alonso en la previa del encuentro. Pues, al inglés le faltó moverse precisamente. Tenía que asumir el papel de Arda Güler. En sus últimas actuaciones en la medular, el turco era una bomba de energía: se movía en todas las partes del campo y buscaba cada balón. Algo que le faltó a Jude ante el Atleti, por mucho que se le considere como un arma ofensiva.
Pero tiempo al tiempo, no hay que encender todas las alarmas. «Mañana saldrá el sol«, como contaba Dani Carvajal después del Derbi. La temporada todavía está empezando y muchos factores deben ser pulidos, es evidente. Jude Bellingham tiene que pillar soltura. Vienen grandes citas en Champions y en Liga y todos le necesitan. Xabi Alonso el primero. Con confianza y a seguir mirando hacia delante. Sin tropiezos no hay cima.