Pero… ¿qué pasa con Thiago Pitarch? La gran sensación de la pretemporada del Real Madrid «ha desaparecido» de los radares del primer equipo. Después de la dura derrota 5-2 de los blancos ante el Atlético de Madrid, muchos aficionados se cuestionaron sobre la estabilidad del centro del campo. Con la reaparición de Jude Bellingham en la sala de máquinas y la vuelta de Arda Güler a la banda derecha, el experimento de Xabi Alonso no salió como lo previsto. Si bien el turco asistió y marcó, el inglés todavía estaba en falta de ritmo. Se busca un centrocampista creativo. Está Ceballos en el banquillo… Pero falta un nombre.
¿Cómo llegó al primer equipo?
Y de repente, Thiago Pitarch. Durante la pretemporada, Xabi Alonso subió a un joven canterano con los mayores. Con el pelo marrón claro y ligeramente rizado, todavía tenía una cara de niño. Acababa de cumplir los 18. Nacido en Fuenlabrada en el año 2007 (3 de agosto), Thiago es un centrocampista diestro. Antes de aterrizar con el primer equipo, empezó el verano con Arbeloa. Roza el metro ochenta (1’79) y posee una gran visión para dirigir el juego. Es creativo. Su precisión en el pase es suculenta y posee grandes detalles de calidad para sacar el balón jugado desde atrás. «Un futbolista atrevido, que no tiene miedo en bajarse al barro», dicen desde dentro. En el stage de Marbella del Castilla, impresionó. Por ende, el tolosarra le llamó… y también cumplió con creces.
En su primer partido con el primer equipo: gol. En aquel partido amistoso a puertas cerradas en Valdebebas contra el Leganés, el joven centrocampista fue uno de los goleadores del día. Días después, debutaba «oficialmente» en el partido amistoso contra el WSG Tirol. En Austria, el joven disputó siete minutos. A posteriori, renovó y entró en convocatoria tres veces: Osasuna, Oviedo y Mallorca. Xabi había hablado maravillas de él: «No le conocía demasiado… pero me gustó desde el primer día. Buena energía, sabe jugar entre líneas. Marcó contra el Leganés desde segunda línea. Thiago tiene muy buena actitud«. Pero desde entonces, nada.
Su irrupción por Valdebebas
Formado en la cantera del Atlético de Madrid, Thiago Pitarch dio sus primeros pasos en el fútbol base compitiendo a gran nivel. Más adelante se unió al Leganés y, después, pasó también por el Getafe. Su oportunidad en el Real Madrid llegó más tarde, cuando fue admitido en La Fábrica a comienzos de 2024. Allí comenzó jugando en el Juvenil C, aunque su evolución fue muy rápida. El verdadero salto se produjo al año siguiente. Empezó la temporada bajo las órdenes de Julián López de Lerma en el Juvenil B. Sin embargo, terminó compitiendo en el Juvenil A bajo la dirección de Álvaro Arbeloa.
En enero de 2025, el ex lateral apostó por darle la oportunidad. Subió de categoría y comenzó a entrar en la dinámica del primer juvenil. Al inicio apenas disputó minutos. Sus participaciones eran breves, casi simbólicas. Pero su situación dio una vuelta de tuerca en un partido contra el Móstoles. Marcó un gol y repartió dos asistencias que convencieron a todo el cuerpo técnico. Desde aquel encuentro ya no regresó al Juvenil B. Pasó a ser una pieza esencial para Arbeloa. Y, desde entonces, su nombre fue fijo en las alineaciones del ex madridista.
¿Qué es de Thiago Pitarch?
Hasta ahora, Thiago está siguiendo su proceso natural. Está con el Real Madrid Castilla y acaba de partir hacia Chile para jugar el Mundial Sub-20 con España. Tras estar con el primer equipo y ser convocado con la Selección para preparar la Copa del Mundo, debutó oficialmente con el filial ante Bilbao Athletic en Lezama, el pasado 14 de septiembre. Disputó la segunda parte. Luego, sumó dos titularidades consecutivas –90 minutos ante el Racing de Ferrol y 66 contra Osasuna Promesas–. Asumió su papel de mediocampista creativo, aunque no pudo participar en ningún tanto, ya que los pupilos de Arbeloa no consiguieron marcar en ninguno de estos tres choques. Ahora, está en Chile y sólo piensa en el Mundial Sub-20. Tenía que elegir entre España y Marruecos –tiene la doble nacionalidad–, pero eligió finalmente a la Roja para disputar dicho torneo. Hasta ahora, en los dos primeros partidos de la fase de grupos, Thiago solamente disputó 73 minutos con la Rojilla –en el 2-2 ante México–.
Todavía se pide calma con él. Tiene que seguir haciendo sus clases, sin saltárselas. Thiago Pitarch es un chico trabajador, humilde. Tiene la cabeza bien puesta. Características que gustan muchísimo a Xabi Alonso, que no le ha quitado el ojo de encima. Arbeloa, igual. Él tiene la suerte de tener al joven en su día a día. Le hizo dar el salto el año pasado y sabe de qué es capaz. Para el fuenlabreño, debutar con el primer equipo es un sueño, pero no una obsesión. Está muy feliz en el Real Madrid. Siempre que se le presentó una oportunidad, supo aprovecharla. Es muy complicado que su debut oficial con los mayores se haga este curso, Pitarch lo sabe. Sin embargo, si le vuelve a abrir la puerta, la volverá a tumbar. Eso, seguro.