Brahim Díaz renace antes de irse al parón. El internacional marroquí está recuperando sus mejores sensaciones con el Real Madrid de Xabi Alonso. Antes de volar hacia África, el extremo derecho de los blancos sumó un gol y una asistencia en sus dos últimos partidos con la elástica merengue. Dos participaciones decisivas, como revulsivo, y en los últimos suspiros antes del pitido final. El malagueño da un golpe encima de la mesa y demuestra que él también cuenta.
Brahim se reivindica
Empezó al principio de la última semana de septiembre. Después de recopilar dos suplencias –y sin minutos– en Liga, Brahim Díaz se reivindicó en Kazajistán. A más de seis mil kilómetros de la capital española, el internacional con Marruecos volvió a empezar el encuentro en el banquillo. No obstante, en el 70′ de partido, Xabi Alonso le volvería a dar una oportunidad. Ante un Kairat Almaty bien tocado –0-2 cuando él saltó al verde del Ortalyq Stadion–, el verdugo remató. Tras una brillante combinación entre Camavinga, Bellingham y Gonzalo, el balón terminó en los pies del malagueño. Con la pierna diestra, su pierna menos hábil, el atacante cruzó el disparo con precisión milimétrica; el balón besó el palo antes de colarse en la portería y poner el 0-5 definitivo. A la primera que tuvo, la mandó a guardar. Sin adornos ni excusas.
Cinco días más tarde, en el Santiago Bernabéu, golpazo en Liga. Nuevamente, Brahim Díaz empezó el partido contra Villarreal en el banquillo. Él, como siempre, esperó su oportunidad. Y cuando se la dieron, cumplió. En el 75′, después de que Georges Mikautadze recorte distancias (2-1), Xabi Alonso lanzó al malagueño. Apenas seis minutos después, asistencia a Kylian Mbappé, la segunda del año. El internacional marroquí podría haber liquidado a Arnau Tenas pero prefirió ofrecer el 14° tanto del curso a su compañero. Brahim cuenta, y lo hará saber siempre que pisará un césped.
Assist | Brahim Díaz 🇲🇦 vs Villarreal
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— Zone FRMF 🇲🇦 (@ZoneFRMF) October 4, 2025
Paso a paso, con confianza
Brahim Díaz afronta esta temporada con la convicción de que su lugar en el Real Madrid se gana día a día, sin importar cuántas veces tenga que empezar desde el banquillo. De los diez encuentros disputados, participó en ocho y fue titular en cuatro. Ante Osasuna empezó como titular, aunque su actuación pasó desapercibida en un partido que Kylian Mbappé decidió desde los once metros. En la visita al Real Oviedo, cedió su puesto a Franco Mastantuono, pero saltó en la segunda parte y asistió a Vinicius para sellar el 0-3. Contra el Mallorca volvió a entrar de refresco y en Anoeta, cuando parecía tener una oportunidad clara desde el inicio, la expulsión de Dean Huijsen le obligó a salir al descanso para que Federico Valverde reforzara el mediocampo.
Lejos de frustrarse, Brahim entiende que su papel implica pelear codo a codo con los más grandes del mundo. Pero si él está ahí, es porque también es uno de ellos. Esa competencia no le intimida; al contrario, la ha convertido en rutina. Franco Mastantuono le ha superado en minutos, pero él nunca se retira de la pelea y aguarda paciente. En temporadas anteriores, Rodrygo era su rival en la derecha y con el tiempo le ganó protagonismo. Su capacidad para adaptarse a distintas posiciones, incluso como enganche, junto a su zurda precisa y su explosividad, le convierten en una pieza valiosa en cualquier esquema. Además, es un tipo discreto y trabajador. No se queja nunca y si quiere algo, redoblará de esfuerzos para conseguirlo.
Xabi Alonso le quiere en su proyecto
Xabi Alonso quiere a Brahim Díaz en su proyecto. Antes de llegar a Valdebebas, el tolosarra llamó al ’21’ y le pidió que renovara su contrato con el Real Madrid. Cosa que hizo. Si bien no se ha anunciado todavía, es un secreto a voces. Tenía contrato hasta 2027, pero la petición del donostiarra hizo que dicho acuerdo se extienda. Es importante para el vestuario, tanto en lo deportivo como en lo anímico. Es una gran pieza humana, muy querida por sus compañeros. Queda Brahim para rato.