Max Verstappen se empeñó hace tiempo en que quería el Mundial. Como mínimo, pelearlo hasta Abu Dhabi, la última prueba del campeonato. Red Bull siguió el rollo al tetracampeón y le regaló un par de retoques a su monoplaza. Con ello, el neerlandés lleva un par de meses secando a los McLaren de Lando Norris, que saldrá segundo, y Oscar Piastri, que lo hará tercero. Mientras tanto, otra pole, esta vez al sprint, para Verstappen, que batió a los coches papaya y deslizó por radio sus intenciones para recortar este fin de semana más puntos: «Parte uno completada».
Nico Hulkenberg también es un regalo para la Fórmula 1. Su podio en Silverstone emocionó a más de uno y seguro que su cuarto puesto, solo detrás de Verstappen y los McLaren, también ha conquistado los corazones de los aficionados. Un milagro con su Sauber, como Fernando Alonso con su Aston Martin. Sensacional sexta posición del asturiano, que vuelve a colocar su coche en una posición irreal gracias a su talento y experiencia mientras su compañero saldrá desde la P14.
El caos reinó en el tramo final de la SQ1. Pocas veces se pueden ver a tantos coches juntos en pocos metros y a tantos pilotos tan agobiados en tan poco tiempo. Algunos, de hecho, ni pudieron completar una vuelta en la sesión tras haber salido demasiado tarde de los garajes. A Alonso, por una vez, le sonrió la fortuna a pesar de no haber podido realizar un segundo intento de vuelta lanzada. Se encontró inmerso en esa maraña de coches que se quedaron sin tiempo para abrir vuelta y que tuvieron que pelearse en pista en plena vuelta de calentamiento.
El asturiano pasó el corte pero sacó los codos en pista con Tsunoda, Lawson y compañía para abrirse paso. También perdió tiempo en el pesaje de la FIA cuando fue llamado a revisar su coche a falta de tres minutos para terminar la primera parte de la clasificación. Dejaron una imagen tremenda cuando Leclerc estaba cerrando su giro: la última curva se llenó de coches de todos los colores que no pudieron cruzar la meta antes de que se pusiera en rojo el semáforo. Al final, cayeron Oliver Bearman, Franco Colapinto, Yuki Tsunoda, Esteban Ocon y Gabriel Bortoleto. Sainz pasó en sexta posición a la SQ2 sin problemas tras demostrar un fuerte ritmo.
Ferrari se rompe
Ferrari rozó el desastre en la SQ2, cuando casi pierde a sus dos coches. Charles Leclerc y Lewis Hamilton estuvieron cerca de no entrar en el top diez. Por los pelos, como Alonso, aunque con un monoplaza con peores prestaciones que el coche rojo. El británico echó a Kimi Antonelli en el último minuto de los diez minutos que dura la sesión. Por seis milésimas se cargó al italiano, que partirá undécimo. Isack Hadjar, duodécimo, decepcionó, mientras Pierre Gasly, decimotercero, Lance Stroll, decimocuarto, y Liam Lawson, decimoquinto, cayeron.
El asturiano abortó su intento de vuelta tras cometer un error pero se salvó de la eliminación. Una vez más, introdujo con brillantez su Aston Martin entre los diez más rápidos cuando el potencial no está. Su compañero fue cuatro décimas más lento y quedó muy lejos. Alonso demostró que mantiene su talento para exprimir el monoplaza a una vuelta y hasta se coló delante de Hamilton en la SQ2. En la definitiva SQ3, el español, como el resto de la parrilla, se la jugó a un intento y se colocó delante de los Ferrari, en sexta posición. Hamilton partirá octavo y Leclerc, décimo. Justo delante del británico saldrá Sainz, en séptima plaza. El milagro lo protagonizó Nico Hulkenberg, que aupó a su Sauber a una espectacular cuarta posición. Totalmente irreal. Cuánto bien le está haciendo el germano a este deporte durante esta temporada.