El Barça sumó tres puntos vitales este sábado ante el Girona. Tres puntos que lo sitúan líder, a expensas de lo que haga el Real Madrid esta noche, y que lo refuerzan antes de El Clásico tras las derrotas cosechadas ante PSG y Sevilla. Los azulgrana no lo pasaron bien para lograr un triunfo que costó más de la cuenta y que llegó in extremis. La defensa de los de Hansi Flick generó dudas y dio alas a los de Míchel y es un tema que preocupa de cara a un duelo con un Mbappé en estado de gracia.
El partido ante el Girona
El Barcelona tenía que ganar en el Lluis Companys y lo hizo aunque no sin tensión e intriga hasta el final tal y como se reflejó en un Hansi Flick que perdió los papeles y acabó expulsado. Los azulgrana venía de una doble y dolorosa derrota ante PSG y Sevilla y necesitaban por un lado resarcirse y por el otro un triunfo con el que salir reforzados de cara a una semana con Champions League y Clásico en el Santiago Bernabéu.
Empezaron los culés poniéndose pronto por delante con un gol de un soberbio Pedri. No tardó el Girona en responder y poner la igualada en el marcado con un tanto de bonita factura de Witsel. A partir de ahí, en la primera parte mandaron los de Míchel que tuvieron múltiples opciones para ponerse por delante pudiendo hacer 3-4 goles. No aprovecharon sus opciones y en un segundo tiempo sin brillo, más concretamente en el último minuto del añadido apareció Araújo para dar al Barça un triunfo agónico que les hizo dormir líderes y meter presión al Real Madrid que visita esta noche Getafe.
Una defensa que genera dudas
El triunfo era necesario… pero no despejó dudas. El equipo de Hansi Flick tiene calidad y por eso a pesar de no estar haciendo su mejor fútbol obtiene resultados, pero preocupa especialmente el rendimiento defensivo del equipo y más a las puertas de un Clásico con un Mbappé en plena forma. El Barcelona dejó ir a Íñigo Martínez porque así lo decía una cláusula de su contrato y no hubo reemplazo porque había hombres en plantilla y por que la situación económica así lo marcaba, pero su ausencia se nota y mucho en el conjunto azulgrana.
Sin él, el sistema y forma de defender que plantea Hansi Flick desde su llegada está dejando en evidencia a la zaga culé. El vasco era clave para la defensa y organizando a sus compañeros que ahora, sin él, parece desconectada. No solo hay problema en el eje de la defensa, donde no hay la cohesión del pasado año, hay pérdidas de balón en el doble pivote en o en bandas que han generado problemas ante un Girona al que faltó acierto para convertir alguna de las múltiples opciones que le permitió el Barça. Quizá el Real Madrid con Güler, Vini y Mbappé no sea tan benevolente y aproveche las flaquezas defensivas del eterno rival.