Si algo parece haberse dado cuenta Xabi Alonso tras los últimos partidos, tras el parón de selecciones, uno de los grandes problemas de este Real Madrid está en el área contraria, en la falta de un 9. Ante el Elche, no se atrevió a sacar a Gonzalo de inicio, pero sí lo hizo en la segunda mitad, y hubo un cambio importante que favoreció, ligeramente, a un equipo que estuvo muy perdido sobre el terreno de juego.
Un cambio táctico que una gran carencia
Si bien, la disposición táctica de Xabi Alonso ante el Elche no salió como esperaba, al igual que no se entendió que jugará con cinco defensas, y que dos de ellos fueron laterales izquierdos, había una evidencia: Xabi Alonso quería jugar con jugadores de banda que llegaran hasta línea de fondo, Fran García y Alexander-Arnold, dos futbolistas cuya mejor característica es llegar desde atrás y colgar balones al área. Como siempre, faltaba un 9 que le diera algo de sentido a las ideas del entrenador.
En la segunda parte, corrigió, sacó, por fin, a un 9, y aunque quitó a Fran García, el juego comenzó a tener algo de coherencia dentro del caos y del mal partido del equipo.
El efecto instantáneo de un 9
Gonzalo salió en la segunda mitad, con el equipo perdiendo, apenas cinco minutos después de que Xabi Alonso metiera primera en el campo a Vinicius, Camavinga y Valverde (por galones, no vaya a ser que se enfaden si saca antes al canterano). Solo hicieron dos minutos para probar el primer recurso impensable para un 9, centro al área y remate de cabeza del canterano. El balón le llegó demasiado alto y no le dio para dirigirlo entre palos, pero, ya solo esta jugada, ya solo su presencia, provoca algo clave, fijar a los defensas en el área.
Gracias a Gonzalo, pudo brilla más el único futbolista de campo que se salvó ayer, Mbappé, que cada vez que cogía el balón, tenía el espacio suficiente para encarar, para regatear. Sin el canterano, toda la defensa se centra en el francés, pero con él en el campo, hay que repartir responsabilidad y esfuerzo.
Los centros de Trent Alexander-Arnold cobraban sentido, tenían un propósito coherente, daban miedo. Parecía que, por fin, empezábamos a ver la mejor virtud de un futbolista inglés que generó mucho peligro, sobre todo a balón parado, pero que está muy lejos de la incidencia que se le espera. Gonzalo pudo sellar la remontada, en el descuento, con otra jugada de 9, una internada por el flanco izquierdo del ataque blanco de Camavinga, con un centro raso que se paseo delante del área. El de la Fabrica fue con todo al suelo, rozó el balón, pero le faltaron centímetros para un gol que podría haberle hecho cambiar su destino en el equipo, quien sabe.
Un Real Madrid incoherente
Lo de que falte un mediocentro de creación no tiene solución a corto plazo, al menos, hasta que se abra el mercado de fichajes, pero lo del 9, sí. El equipo debe mantener un equilibrio, y eso se tiene con una columna vertebral completa, aunque no funciones bien, portero, central, centrocampista y delantero. Los blancos están mermados en la creación y renuncian a la referencia arriba, suficiente para que un equipo no funcione. Ayer, a poco que se ajustó el equipo, además de llegar las oportunidades por el empuje y la calidad individual, llegaron por tener un equipo compensando, un equipo que condiciona a los rivales, algo que no se ha tenido en todo lo que va de temporada.