El Real Madrid viajó a Atenas con la necesidad de regresar a la senda del triunfo tras los tres pinchazos consecutivos ante Liverpool, Rayo Vallecano y Elche. Los blancos habían tropezado con tres piedras seguidas y por ello era de urgencia extrema un triunfo como el que consiguió en Atenas, y además, coincidió con el regreso al once titular de una pieza fundamental como es Aurelién Tchouaméni. El centrocampista francés se lesionó del músculo semimembranoso después del encuentro ante el Liverpool, y a partir de ahí, llegó la debacle merengue en forma de resultados.
Así las cosas, Tchouaméni regresó en Atenas con el cuadro de Xabi Alonso y lo hizo a las mil maravillas. Pese a que el equipo no comenzó de la mejor manera posible el encuentro con el gol encajado, rápidamente se repuso y fue, en parte, porque en el centro del campo encontró solidez y fiabilidad gracias el centrocampista galo. Tchouaméni es una pieza fundamental para el equipo de Xabi Alonso, y desde la llegada del tolosarra, el futbolista ha vivido sus mejores meses con la elástica merengue. Es importantísimo para la estructura y la columna vertebral.
«Desde el primer día tuvimos una reunión en vídeo, él y yo. Me mostró imágenes de la temporada sobre el posicionamiento, lo que puedo mejorar, en qué puedo apoyarme. Posicionamiento con y sin balón. Desde el inicio de temporada siento que he progresado en algunos aspectos. Tener el reconocimiento del entrenador es lo más importante. Si juegas es porque rindes. Jugar en el club más grande del mundo significa que rindes al máximo nivel y por eso me levanto cada mañana», explicó Tchouaméni a L’Équipe. «¿Qué he aprendido con Xabi? El posicionamiento con balón. El juego hacia adelante. El posicionamiento en los cuadrados», sentenció.
Una vuelta muy necesaria en el centro del campo
Desde el pasado mes de enero, ya con Carlo Ancelotti en el equipo, el futbolista sufrió ‘silbidos’ y ‘pitos’ por parte de la afición madridista en la eliminatoria de Copa del Rey frente al Celta de Vigo. El centrocampista afirmó que esos silbidos por parte de la parroquia blanca le vinieron bien, hizo autocrítica y trabajó como el que más para elevar su nivel. La temporada pasada la acabó como un tiro, y en lo que va de curso en esta, se ha convertido en un fijo y en un intocable para Xabi Alonso. Su fuerza y su equilibrio en el centro del campo, su corte defensivo, su solidez y su altura, hacen que sea un jugador vital en la columna vertebral del bloque. Además, con el balón en los pies, Tchouaméni tiene mucha calidad y un repertorio técnico exquisito.
Los blancos se encomiendan ahora a Tchouaméni para volver a la victoria también en Liga y sacar los 3 puntos en un campo en el que el Real Madrid ha ganado en las últimas temporadas. Además, el primer gol del francés con la elástica merengue llegó precisamente ante el Girona, por lo que es un campo fetiche para él y el Madrid, además, le necesita para continuar con las buenas sensaciones y sumar nuevamente de tres en un campo complicado.