Xabi Alonso se la juega tras la gran victoria ante el Athletic

Xabi Alonso sigue con el agua al cuello

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El Real Madrid logró una importante victoria ante el Athletic Club en uno de los peores momentos desde la llegada de Xabi Alonso. El club blanco cerró en Bilbao la gira de seis partidos oficiales lejos del Bernabéu sumando tres puntos de oro tras acumular malos resultados en este último mes. La victoria, por la entidad del rival, por la contundencia del resultado, y por el nivel sobre el terreno de juego, llegan en el mejor momento, cuando más en entredicho está el puesto del entrenador, y antes de la llegada de uno de los equipos más temidos de Europa, el Manchester City de Guardiola, una prueba de fuego, una prueba que podría acabar de ser definitiva para el entrenador vasco.

El hundimiento del Real Madrid

Al Real Madrid le ha tocado vivir algo que nunca antes había experimentado en toda su historia, la de jugar seis partidos conectivos lejos del Santiago Bernabéu. Los compromisos externos al fútbol, es decir el partido celebrado de la NFL en la casa blanca, sumado a un calendario que nada ha favorecido al club, ha dado como resultado esta anomalía. El equipo blanco pidió no jugar en casa por el partido del fútbol americano, y esta fecha, coincidió con un calendario en que le toca jugar dos partidos fuera de casa en Liga y otros dos en Champions. Tan inoportuno como inevitable, con la dificultad que supone jugar fuera de casa.

El Real Madrid encaró esta cuesta de noviembre en inmejorable posición en lo deportivo, habiendo ganados todos los partidos disputados hasta la fecha, excepto el Atlético de Madrid, incluido el clásico ante el Barcelona. Lo hacía como líder en Liga, con cinco puntos de ventaja sobre el Barcelona, e invicto en la Champions League.

En el primer partido, el Liverpool sacó los colores a los blancos, y después llegó el Rayo Vallecano y el Elche para rascarle dos empates a los blancos, tres partidos seguidos sin ganar, con lo que eso supone en la casa blanca, más una fractura interna en el vestuario entre el entrenador y la plantilla. Luego llegó la victoria ante el Olympiacos, pero se volvió a empatar en Liga con el Girona, lo que hizo al equipo perder el liderato. Después de que le plantilla se consagrara, se uniera, instados por Florentino Pérez y la directiva, el Real Madrid ha logrado tres puntos importantísimos contra el Athletic.

Xabi Alonso coge aire

La victoria ante el Athletic Club era muy importante, porque el equipo, tras haber perdido el liderato el pasado fin de semana, comenzaba la jornada a cuatro puntos del líder, una desventaja que ya impone respeto, sobre todo porque la situación había cogido similitudes a la del curso pasado, en la que los de Ancelotti desperdiciaron una ventaja de 8 puntos en un mes que les acabó costando el campeonato. Y de las seis salidas consecutivas, la última, tocaba el partido más difícil en Liga, uno de los escenarios más emblemáticos del fútbol español, la Catedral: San Mamés ponía a prueba la reconciliación entre Xabi y la plantilla, y los blancos obtuvieron muy buena nota.

El entrenador vasco tiró de viejos hábitos, con un equipo donde el músculo predominaba por encima de la calidad. Sentó a Güler, y metió en el medio a Tchouaméni, Camavinga, Valverde y Bellingham. Además, echó la línea unos metros hacia atrás consciente de que los leones atacarían, como así fue. Pero los blancos, con el guion aprendido, supieron contener atrás, combinar para sacar el balón, y aprovechar los espacios a la espalda para explotar su mejor arma, lo que no había podido usar contra los otros tres rivales, la velocidad de Mbappé y Vinicius. El equipo tardó siete minutos en marcar el primer gol, todo parecía más sencillo.

Y a partir de ahí, el equipo supo tener calma, tocar, combinar, y acelerar cuando tocaba. Quizá el mejor partido de los blancos en lo que va de año en este sentido, y prueba de ello fue el gol de Camavinga al borde del descanso, una jugada donde todos tocaron el balón, una jugada que acabó con 5 jugadores blancos pisando el área contraria, cargando el ataque, algo que no se había visto hasta el momento. El equipo no solo sumó los tres puntos, que era el objetivo principal, lo hizo jugando bien al fútbol, pero con un juego que más se parecía al de la mejor etapa de Ancelotti que al que ha querido imponer Xabi Alonso desde su llegada. Eso sí, durante muchas fases del partido, los blancos presionaron bien, no se encerraron como con el entrenador italiano, pero los dos pasos atrás fueron evidentes, y funcionó.

Xabi Alonso se la juega

Xabi Alonso logró la victoria, y convenció, con el agua al cuello. Pero con esta victoria, el agua sigue estancada casi a la misma altura. Sin embargo, el equipo, por fin, vuelve al Bernabéu este fin de semana, ante un Celta que no lo pondrá fácil, pero dónde deberían imponerse. Y el miércoles, llega el Manchester City.

El partido contra el Manchester City, contra un grande de Europa, es clave para los blancos. Esta clase de partidos, puede pasar de todo, pero más que el resultado, que es muy importante, las sensaciones son muy importantes, por aquello de los partidos grandes. En las últimas grandes citas, solo se le ha ganado al Barcelona, quizá el mejor partido de los blancos de la temporada antes del de Bilbao, pero ante un Barça con 8 bajas, y que cerca estuvo de arañarle un punto a los blancos. Pero sin irnos muy lejos, solo a esta temporada, el Atlético de Madrid, que venía de uno de sus peores inicios de temporada de los últimos años, y el Liverpool, que está más que en crisis, pintaron la cara al Real Madrid. Los ingleses no golearon porque Courtois estuvo de sobresaliente, sí los de Simeone.

Y claro, ahora que llega el Manchester City de Guardiola, los tres puntos son importantes, como no podía ser de otra manera, peor la imagen, casi lo es más. Hasta ahora, la sensación era de que los grandes de Europa están un escalón por encima, y Xabi Alonso debe demostrar que es capaz de subir un peldaño más, de ponerse a la altura para, al menos, poder pelear por los grandes de Europa. Es cierto que, en estos momentos, los blancos no son candidatos a la Copa de Europa por fútbol, quizá sí por historia, y toca demostrar que sí, que podrán estar en la pelea.

Pero una derrota abultada, una mala imagen, de inferioridad, de impotencia, podría dejar muy marcado a Xabi Alonso, casi sentenciado. El vasco sabe que es complicado que acabe siendo destituido, por la falta de alternativas, pero no se pueda dar nada por seguro en el club blanco. La exigencia es máxima y desde las oficinas, y desde la grada, quieren mejoría, quieren resultados y estos, por el momento, no terminan de llegar., Y esta última crisis, después del gran comienzo en cuanto a resultado, a evidenciado que el equipo tiene muchas carencias, esta por ver si Xabi las soluciona.

Semana importante para el Real Madrid, la que ya comenzado con la victoria ante el Athletic, pero con la vista puesta en el Manchester City de un Guardiola que amenaza con provocar un nuevo terremoto en la casa blanca.

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