Abu Dhabi.- Hasta la última vuelta. La Fórmula 1 agradece muchas cosas hoy en Yas Marina. La primera es que tres pilotazos terminen, tras 24 carreras, solo en trece puntos. La segunda es que este deporte vea correr cada semana a Max Verstappen, un animal competitivo que ha mantenido vivas sus esperanzas de título hasta la última vuelta tras remontar más de cien puntos rozando una remontada histórica. La tercera es la valentía del campeón Lando Norris. Le ha costado sacarla pero llegó a tiempo para darle su primer Mundial. Lo hizo cuando tocó sobrepasar a Yuki Tsunoda en medio del tráfico.
Tal vez esa maniobra le hizo campeón, ya que ha terminado solo dos puntos por delante de Verstappen. Oscar Piastri, que cruzó la meta en segundo lugar, acaba tercero en el campeonato tras haber liderado durante media temporada. Cómo se acuerda Red Bull hoy de aquellos dos puntos que cedió Kimi Antonelli a Norris en Catar hace siete días. Los detalles deciden un título, como aquella rabieta del tetracampeón en Montmeló, donde perdió un puñado de puntos. Ha ganado ocho pruebas por las siete de los McLaren, pero no le ha valido.
El caso es que la prueba mantuvo la emoción hasta el último giro, con Verstappen primero en meta y con Norris, tercero. La película, que pintaba muy bonita para el británico, se le torció en la salida. Alonso fue el invitado que nadie esperaba cuando se apagaron los semáforos. Todos los focos estaban puestos en los aspirantes al título pero él decidió dar espectáculo con una salida de las suyas. Llegó a colocarse quinto, rueda a rueda con Charles Leclerc, tras haber dejado atrás a George Russell. El asturiano se dio una alegría peleando con coches muchos más rápidos que su Aston Martin. Poco le duró la alegría pues el británico le adelantó con facilidad en un par de vueltas.
Valentía de Piastri en la salida
En la salida, cambió la carrera en lo que a lucha por el Mundial se refiere. Verstappen amarró la primera plaza nada más arrancar yéndose hacia el interior y Norris y Piastri mantuvieron posiciones unas curvas. El australiano tiró de valentía y épica y se lanzó por el exterior de la curva ocho para sobrepasar a su compañero. Al garete las órdenes de equipo. Piastri regaló la acción de la carrera con neumático más duro que Norris y en una zona compleja como es la alargada curva a final de recta. Ahí se le empezó a complicar la vida al líder del Mundial. Una posición perdida más y se le escapaba el título.
Leclerc se le echó encima y puso en peligro su campeonato. Se tiró así, pegado a la caja de cambios del McLaren, vueltas y vueltas a distancia de DRS, acercándose lo justo pero no lo suficiente para lanzarse. Mientras, el equipo papaya pedía a Piastri apretar para tratar de incomodar al líder Verstappen, que nunca sufrió y mostró un fuerte ritmo. Norris y Leclerc era el duelo al que miraba todo el mundo. Entraron en boxes de la mano, en la vuelta 17, para montar el duro con la intención de llegar hasta el final. Un momento clave en la carrera fue el tráfico tras las paradas, donde era fundamental no perder tiempo ni quedarse atascado.
Tsunoda pudo cambiarlo todo
Norris lo encontró en la vuelta 19 y se lo quitó con inteligencia, hasta hizo un adelantamiento doble al final de la primera recta a Stroll y Lawson. Al británico no le tembló el pulso. Luego Leclerc le copió el movimiento y también hizo un dos por uno en el mismo punto de Yas Marina. Tsunoda era el siguiente obstáculo. En la vuelta 22 le avisaron por radio de que venía Norris y el japonés contestó con un «sé lo que tengo que hacer». Poco que añadir.
El compañero de Verstappen hizo lo que tenía que hacer. Lo intentó y puso todo de su parte para retener al británico. Norris fue todo lo valiente que tiene que ser un campeón y, con medio coche fuera, adelantó a Tsunoda en la segunda recta. Fue su momento de mayor tensión, con el campeonato en juego. Al límite y con susto pero ganó la posición y el japonés se llevó cinco segundos se sanción por cambiar de dirección varias veces. Mientras Alonso iba recuperando posiciones hasta colocarse séptimo, Piastri aguantaba en pista y el equipó alargaba su stint con duros para que saliera detrás de Norris.
Se quedó sin gomas al ser sacrificado y Verstappen le pasó para recuperar el liderato. Nada más ser rebasado, le llamaron a boxes y mantuvo la segunda posición, delante de su compañero. Leclerc, en la 40, y Norris en la 41 decidieron ir a dos paradas para terminar la carrera. La temporada pereció con el neerlandés liderando y soñando con dos puntos para sumar su quinto título. Le hacía falta un adelantamiento más a Norris, que era perseguido por Russell y Leclerc pero de lejos, y nunca llegó.