El Real Madrid – Sevilla no solo fue el último partido del año para el Bernabéu, sino que también fue un encuentro marcado por la tensión, la polémica y los pitos hacia los futbolistas. El equipo de Xabi Alonso salió ‘sesteando’ nuevamente en Liga, el Sevilla fue mejor en los primeros minutos y Muñiz Ruiz, el colegiado del partido, enfadó y mucho, al público merengue por una entrada criminal de Marcao sobre Rodrygo.
La falta llegó en el minuto 37, fue una entrada del defensor del Sevilla sobre el brasileño en la frontal del área grande, escorada a la derecha. El central entró a destiempo, con la plancha por delante y sin la intención de disputar el balón en ningún momento. Muñiz Ruiz le sacó solamente la tarjeta amarilla, el VAR, en el que estaba el árbitro Iglesias Villanueva decidió no avisar a su compañero de campo por una más que posible roja, y la realidad es que era, cuanto menos, revisable.
Además, el público del Santiago Bernabéu cantó al unísono, “Negreira, Negreira”, ya que era una jugada muy clara de revisión en la que el defensor hispalense entró sin cordura, a destiempo y haciendo daño a un Rodrygo que botó la falta él mismo, y le dio la asistencia a Jude Bellingham de cabeza, para abrir la lata en el marcador del Santiago Bernabéu. Como anécdota, los colegiados del partido, tanto Muñiz Ruiz como Iglesias Villanueva, fueron los mismos que los del partido entre el Espanyol y el Real Madrid de la temporada pasada. Ellos mismos, personaron la expulsión clarísima a Romero, tras una entrada de roja, con la plancha también y por detrás, a Kylian Mbappé. Mismos protagonistas y parecida acción, que nuevamente perjudica al Real Madrid.
En aquella ocasión, el futbolista del Espanyol no vio la tarjeta roja, tan solo la cartulina amarilla, y en el encuentro ante el Sevilla, sucedió lo mismo, a pesar de las reincidentes quejas -con razón- por parte de los jugadores madridistas, que le decían una y otra vez a Muñiz Ruiz que revisase la jugada.






