Se termina un año 2025 que Vinicius guardará en la memoria, por ser el más difícil desde que llegó al Real Madrid. Hace año y medio fue decisivo para la última Champions League del equipo, peleaba por ser el mejor jugador del mundo y todo parecía de cara para él. Sin embargo, todo comenzó a torcerse en el tramo final de 2024, y este 2025, concluye con el peor de los escenarios para él, recibiendo una sonora pitada del Santiago Bernabéu. Con el final de su contrato asomando en el horizonte, ahora hay más dudas que certezas sobre el futuro del futbolista.
Vinicius y el Balón de Oro
No ganar el Balón de Oro supuso un duro golpe para Vinicius. En aquel entonces, aunque su nivel no era el mismo que el de unos meses antes, cuando el Real Madrid lograba la decimoquinta, seguía siendo aceptable, el de una súper estrella. Pero ese momento, y una lesión en el último mes de 2024 le perdieron.
El año 2025 comenzaba como comenzará este, con la Supercopa en juego. El Barcelona pasó por encima de los blancos, con un Vinicius desparecido. Su nivel apenas mejoró en la segunda parte de la temporada. Ya no generaba tanto peligro, ya no regateaba, ya no marcaba goles. El equipo no funcionaba, se pedía una implicación de todos en cada uno de los aspectos del juego, pero el brasileño no acompañaba en el juego colectivo.
La oferta de Arabia
A ello hay que sumarle todo lo que tiene que ver con su renovación. A finales del mes de enero, salió a la luz una oferta “irrechazable” del fútbol árabe. Así la catalogó el entorno del futbolista. Dicha oferta era mareante, 1.000 millones de euros al jugador por cinco temporadas. Fue el inicio de rumores, de ruido, de un vestuario alterado, y con un objetivo, sacar el máximo rédito posible para una posible renovación.
Con el paso del tiempo, según señalan fuentes del Real Madrid, no ha habido rastro de esa oferta de Arabia Saudí. Eso sí, las pretensiones para renovar nunca antes se habían visto en el club blanco. El futbolista pedía ser jugador mejor pagado de la plantilla, pero también exigía una prima por renovación, in concepto inédito en el club de la capital de España. Pese a las exigencias, parecía que había un acuerdo entre el jugador y el club, pero el futbolista se echó atrás en el último momento, hasta el día de hoy.
Vinicius y Xabi Alonso
El brasileño mejoró ligeramente su actitud con Xabi Alonso, pero el técnico vasco dejó claro desde el principio que quería más implicación de todos sus jugadores, incluido expresamente el brasileño. Esa falta de trabajo colectivo, sumado a su bajo rendimiento en ataque, le llevó a ser sustituido en muchos partidos, incluso a ser suplente en otros tantos. Le tocaba vivir una situación anómala, nunca antes se ha había puesto en duda si titularidad, su incidencia sobre el terreno de juego.
Todo explotó el día del Clásico. Ese día Vinicius estaba haciendo un buen partido, quizá no merecía ser sustituido, pero así lo decidió el entrenador, a falta de 20 minutos para el final. La respuesta del brasileño fue completamente contraria a la que se le exige a cualquier profesional, a un capitán de un equipo, a un capitán de todo el Real Madrid. A ojos de todo el mundo, con la repercusión que supone un Clásico, el extremo se fue al banquillo con gestos evidentes de disconformidad, un pulso en toda regla a su entrenador. A partir de ahí, el club blanco empezó a hacer aguas por todos lados. El equipo perdió la ventaja en Liga, pero, sobre todo, se fraccionó el vestuario, hasta tal punto que la directiva tuvo que intervenir y posicionarse a favor del entrenador, porque ya no solo era el brasileño, Vinicius, Valverde, Bellingham y Rodrygo también estaban haciendo evidente su descontento.
El Bernabéu no perdona
El Santiago Bernabéu es soberano y se ha manifestado al respecto. Vinicius no ha mejorado su nivel desde entonces. Se le ve algo más comprometido en labores colectivas, pero se percibe una actitud más de cara a la galería que un cambio real de tendencia. En el partido de Copa del Rey ante el Talavera, volvió a ser suplente y protagonizó un episodio que hizo saltar a su propia afición. El equipo local, de Primera Federación (dos categorías menos), a falta de 5 minutos para el final del partido, marcó el 2-3, estando a un tanto de forzar la prórroga, un momento de mucha tensión para Xabi Alonso, que se jugaba el puesto, y para todo el madridismo, que estaba presenciando el principio de lo que podría ser un gran desastre. Sin embargo, Vinicius, uno de los capitanes del Real Madrid, se estaba partiendo de risa en el banquillo junto a Endrick.
Tres días después, el conjunto merengue disputaba su último partido en casa del año ante el Sevilla, de nuevo, un mal partido de los blancos, y de nuevo, un mal partido de Vinicius. Durante sus intervenciones ya se empezaron a escuchar los primeros pitos, pero en la segunda parte, cuando fue sustituido, el estadio le despidió con una sonora pitada, un toque de atención, un mensaje claro de la afición, toca espabilar. La reacción de jugador, fue la de quitar su foto de perfil con la camiseta del Real Madrid para ponerse una foto suya con una camiseta de Brasil.
Su renovación, en el aire
Con todo este panorama, su renovación está más en el aire que nunca. Desde el club se transmite el mensaje de que es una prioridad, pero no hay reuniones entre unos y otros. Desde la directiva ya deslizaron en verano que, si no hay renovación, no es el fin del mundo, que llegue una oferta importante en verano y seguir mirando para adelante, como siempre ha hecho este club. El problema es si no llega una oferta y no renueva. El contrato de Vinicius finaliza en junio de 2027, es decir, cuando finalice la próxima temporada. Al Real Madrid le gustaría poder sacar un beneficio económico si se va el jugador, así también parece que lo quiere el brasileño, pero este es el escenario actual.
En el Real Madrid, directiva y afición, hay cansancio con Vinicius, por muchas actitudes del jugador dentro del campo, por los enfrentamientos constantes con rivales, con aficiones, con árbitros, y también por algunas declaraciones que ha hecho en los últimos años. Si a esto le sumamos su pobre rendimiento en el último año, las consecuencias son tan claras como evidentes. En el club siempre han apoyado al jugador en todos los escenarios, pero cuando ha empezado a hacer daño al propio equipo, la cosa cambia.
El objetivo sigue siendo la renovación, eso es lo que se dice desde el club, pero si llega una oferta importante en verano, se valorará y se tomará una decisión, la mejor para el club, porque en el Real Madrid han pasado estrellas y leyendas a lo largo de su historia, y nunca un jugador ha estado por encima del equipo. Vinicius ha sido clave en las dos últimas Champions del Real Madrid, ha marcado en las dos, su huella será ya permanente, pero eso no le da derecho a estar por encima del escudo.






