Hace casi un año y dos meses, la grave lesión de Éder Militao el pasado agosto de 2023 supuso el principio de un problema que, a día de hoy, parece no tener fin. A la rotura del ligamento cruzado anterior de la pierna izquierda del central brasileño le siguió por la misma lesión sufrida por David Alaba solo tres meses después.
Un cúmulo de imprevistos en el centro de la zaga que durante casi un año y medio ha obligado a Carletto a hacer auténticos malabares para conformar una defensa sólida. Y para desgracia del Real Madrid, Militao ha vuelto a ser víctima de la misma grave lesión, ahora en la otra pierna. Un problema que, ahora sí, ha dejado un mensaje inequívoco en La Casa Blanca: hay que fichar un central.
Dos opciones factibles a corto plazo y otras dos con vistas al futuro
Y es que a pesar de que el Real Madrid no es especialmente propenso a fichar en invierno, la situación en el centro de la zaga, con tan solo Rüdiger y Vallejo como centrales sanos del primer equipo, es un hecho que el mercado invernal es una ventana a la que el conjunto blanco echará un ojo el próximo mes de enero.
No obstante, entre las opciones que han resonado a lo largo de los últimos días, hay una que parece idílica, y para la que ni siquiera sería necesario esperar a enero. Hablamos de Sergio Ramos, antiguo capitán del Real Madrid, que actualmente figura como agente libre tras su paso por el Sevilla. Entre los pros del regreso del camero es que es un hombre que no solo conoce la casa, sino que cuenta con muchos galones dentro del que un día fue su vestuario.
Una opción que encajaría como un guante de no ser por un aspecto concreto: su nula relación con Florentino Pérez, que fue exactamente lo que le llevó a salir del Real Madrid en 2021, y lo que en 2024 hace de esta una operación imposible. Y en busca de otras opciones factibles y de garantías a corto plazo, surge el nombre de otro viejo conocido del fútbol español: Aymeric Laporte.
Del mismo modo que ocurre con Ramos, el central de 30 años cuenta con una gran experiencia en el fútbol europeo, por lo que resultaría un fichaje de garantías, teniendo en cuenta la gran Eurocopa que firmó hace tan solo tres meses. El propio futbolista, por su parte, estaría dispuesto a volver al fútbol europeo, pero su salida del Al-Nassr, con quien tiene contrato hasta 2026, es el gran impedimento para ver al ex del City vestido de blanco.
Pensando en opciones más complejas de acometer en invierno, pero que encajan más con la política del conjunto blanco, destaca en primer lugar el nombre de António Silva. El central del Benfica es una de las grandes joyas del fútbol portugués, y ha demostrado sobradamente su capacidad de dar el salto a un grande. Sin embargo, el conjunto portugués se remitirá este invierno a su cláusula de rescisión, que asciende a los 100 millones de euros, dando esta operación por imposible por el momento.
En una situación similar se encuentra la situación de Castello Lukeba, otro de los centrales que el Madrid metió en su radar tras el rechazo de Leny Yoro, que está dejando muy buenas sensaciones en el Leipzig. No obstante, su cláusula asciende también a los 90 millones de euros, y a mitad de temporada, parece complicado que el conjunto alemán se siente a negociar por uno de sus grandes activos.