Enrico Cardile debía haberse incorporado en enero a Aston Martin como director técnico, pero han surgido imprevistos que han hecho que el equipo de Silverstone no pudiera lograr incorporarle, ya que Ferrari no le ha permitido la salida debido a su pacto de no competencia.
En estos últimos meses, Aston Martin ha regenerado su estructura con grandes fichajes como Bob Bell y Andy Cowell. La figura de Cardile ocupaba un rol fundamental en este proceso de reestructuración, de forma que su ausencia podría desestabilizar la planificación técnica del equipo.
Ferrari no cede y Aston Martin sufre las consecuencias
El retraso de Enrico Cardile se debe al llamado «gardening leave«, una de las cláusulas habituales en la F1 para evitar que un ingeniero de nivel alto pueda ir a un equipo rival de manera inmediata. En muchos casos se suele llegar a algún tipo de negociación, pero en esta ocasión, Ferrari no ha querido ablandar su postura, lo que va a suponer que Cardile no pueda trabajar hasta julio.
Este hecho complica la situación de Aston Martin, que había contado que Cardile fuese el sustituto de Dan Fallows tras la salida de este a finales de la temporada 2024, con la llegada de la nueva normativa. Al mismo tiempo, Bob Bell y Eric Blandin conocen verbalmente que la dirección técnica provisional la llevan ellos mismos, algo que no se había planteado de salida.
El retraso podría acarrear consecuencias para el AMR25, el monoplaza del año 2025. Cardile, fuera de combate varios meses, podría tener un efecto nulo en el coche, pues Aston Martin empezará a trabajar el AMR26 del nuevo reglamento 2026.
Andy Cowell y la estructura de Aston Martin
Andy Cowell, CEO de Aston Martin Performance Technologies, ha sido cauteloso con el tema de la llegada de Cardile, no ha comentado nada de si hubo negociaciones con Ferrari, pero sí ha dejado claro que cuando el italiano se incorpore, será un elemento clave en el sitio del equipo dentro del concepto de dirección Técnica.
«El equipo estará encabezado por Enrico [Cardile], supervisará la arquitectura, el diseño y la construcción de nuevos coches de carreras», confirmó Cowell. De esta forma, se entiende que la estructura técnica de Aston Martin queda clara con Cardile al mando del desarrollo, mientras que Newey tendrá un rol mucho más libre para desarrollarse creativamente en el diseño del monoplaza de 2026.
Para Cowell, el criterio que dé al traste o para que el éxito exista requiere de una buena distribución de las responsabilidades. «Si tienes un ingeniero pensando en el día de hoy y en los próximos 12 meses, siempre es el día de hoy en el que te centras. Por eso, es fundamental que cada persona tenga un enfoque claro en su área».
El Aston Martin AMR26: la prioridad de Newey
Mientras Cardile aguarda su oportunidad, Newey irá a la faena el día 3 de marzo, para ocupar la dirección del desarrollo del Aston Martin AMR26. Pero el grupo de ingenieros de Silverstone lleva meses trabajando en el monoplaza, a la vista de que hay que adaptarse lo antes posible al nuevo reglamento de forma rápida.
«Un gran grupo de personas ya está trabajando en el coche de 2026. A medida que añadimos gente, nos volvemos más fuertes y aumentamos la capacidad», afirmó Cowell, destacando la importancia de la experiencia acumulada.
Aston Martin se encuentra en una fase de transición que podría decantar la balanza hacia su futuro en la F1. Con la llegada de Newey y la posible llegada de Cardile, reflotar el proyecto técnico que el equipo persigue. Pero Aston Martin no va a salir adelante sin una de sus piezas fundamentales, al menos, hasta que Ferrari no ceda en su postura.