Carlos Sainz llegaba al GP de Australia con grandes expectativas, tras su reciente incorporación a Williams. Pero tuvo que abandonar la carrera por un accidente inesperado que lo dejó fuera de carrera por un ajuste inesperado en la puesta a punto de su monoplaza.
Desde la realización del ‘shakedown’ en Baréin, Carlos Sainz había comunicado y mostrado su deseo de probar distintas configuraciones en su nuevo monoplaza. Un monoplaza qué, ya de por sí, representaba un desafío por ser un sistema de volante diferente al que estaba ya bastante acostumbrado en Ferrari, y cuando aún se estaba produciendo la adaptación a aquellos cambios cuando se produjo la desgraciada situación de Melbourne.
El accidente fue el resultado de unas condiciones muy complicadas de la pista mojada y tras la aparición del safety car como consecuencia del accidente de Jack Doohan. El mapa del motor del safety car fue un elemento clave de la pérdida de control que experimentó el piloto español.
Un ajuste inesperado para Carlos Sainz
En el lugar más despacio del trazado de la pista, Sainz llevó el monoplaza de segunda a tercera con su vehículo absolutamente recto. El mapa motor establecido para la situación de coche de seguridad realizó un tirón inesperado que desestabilizó el coche en la recta. En condiciones normales o de pista seca no habría existido ningún problema, pero en mojado fue suficiente para enviar a Carlos Sainz contra la pared sin capacidad de reacción.
Este tipo de ajustes en la configuración del motor se utilizan precisamente para que los coches no se calen o queden sin equilibrio en el caso de ir a baja velocidad. La divergencia en el funcionamiento entre Mercedes y Ferrari sorprendió al piloto, el cual no pudo evitar el impacto. Mientras su compañero Alexander Albon conocía el sistema e imaginaba la reacción del coche, Sainz quedó atrapado en algo que no podía controlar.
Problemas para varios pilotos
Los pilotos que se estrenaban en la categoría, así como los que cambiaban de equipo esta temporada, han sufrido en GP de Australia. Los pilotos que, como Carlos Sainz, Lewis Hamilton o Esteban Ocon, ya habían rodado por el Circuito de Albert Park, estuvieron bastante inquietos en la actual trazada, con un asfalto deslizante. Con un buen séptimo puesto por parte de Nico Hülkenberg a bordo de un modesto Sauber, y unas cuartas posiciones para Andrea Kimi Antonelli, que acabó 4, fueron la nota positiva de los debutantes (ya sea en la categoría o con nuevo coche) en este gran premio de Australia. Los demás hicieron malas carreras o abandonaron.
Otros automovilistas como Isack Hadjar, Doohan, Gabriel Bortoleto, Liam Lawson y Oliver Bearman también vivieron experiencias complicadas, lo que demuestra que la combinación lluvia más debut en nuevas escuderías puede resultar mortal. En cambio Albon mostró que el FW47 puede tener potencial, logrando una notable 5ª posición.
Sainz confía en mejorar para el GP de China
Aunque el desenlace en Australia fuera desafortunado, Sainz se muestra optimista en relación a su futuro en Williams. La competitividad mostrada por su compañero de equipo es un indicador alentador de que el monoplaza puede rendir al nivel óptimo para pelear por posiciones destacadas en el campeonato.
La siguiente cita de la temporada en China constituye una nueva posibilidad para el piloto madrileño de mostrar de una manera clara y con evidencias en la pista su verdadero potencial con Williams. Pero con 23 carreras por delante, Sainz podrá hacer todo lo posible por adaptarse al 100% a su nuevo equipo y demostrar todo su potencial de pilotaje en la temporada 2025 de la Fórmula 1.