El Real Madrid tiene un grave problema con Mbappé y Vinicius. La derrota ante el Arsenal evidenció lo que se lleva viendo durante toda la temporada y que la mayoría de madridistas no querían reconocer, o se negaban a reconocer, y es que las dos estrellas restan más que suman al equipo cuando juegan juntos.
Vinicius contagia a Mbappé
La temporada de Vinicius empeora a medida que llegan los partidos grandes. Ayer fue la confirmación de que el futbolista brasileño no está, ni mucho menos cerca, del nivel mostrado durante otras temporadas. Ya no es que no le salgan las cosas, eso entra dentro de la carrera de un futbolista, que puede atravesar momentos peores o momentos mejores, pero si se mide la actitud de un futbolista. Ante el Arsenal, además de no aparecer en todo el partido, parecía que su compromiso con el equipo iba a ser mejor, eso parecía en los primeros minutos de partido, pero poco a poco se fue apagando ese compromiso que tanto tiempo lleva reclamándole Ancelotti, su compañeros, y ahora buena parte de la afición blanca.
Esa falta de compromiso, esa falta de trabajo en equipo está lastrando a sus compañeros, sobre todo en el ataque. No hay que salvar a Mbappé de este trabajo defensivo, tampoco es que ayude mucho, pero sí lo intenta más que su compañero, pero no está dispuesto a trabajar por él, entre otros motivos, porque no le lleva a nada si no recibe la ayuda de su compañero.
Sin embargo, el francés, dadas las dificultades que sufrió el equipo en Londres, buscaba ayudar al equipo, retraba su posición para dar salida, se ofrecía con cierto criterio en busca de soluciones. Tenía una actitud más activa en lo colectivo que el brasileño, que parece estar pendiente de recibir el balón solo para hacer su jugada.
Sin embargo, cuando el Real Madrid ataca, lo apuesta todo (y solo) a las individualidades, pero entre ellos parece que no acaban de entenderse. Vinicius se mueve por donde la da la gana, busca la guerra por su cuenta, lo que condiciona a un Mbappé y atasca la línea ofensiva del equipo. Se echó en falta al brasileño pegado a la banda, donde realmente hace daño.
Mala compenetración entre ellos
Lo más evidente es la falta de compenetración que tienen entre ellos. La calidad de ambos ha disimulado su falta de entendimiento durante largos tramos de la temporada, pero en los partidos importantes parece que combinan entre ellos más porque tengan que hacerlo que por una razón futbolística. No hay criterio cuando combinan, y ante rivales de entidad, no generan el peligro que se espera de estos dos futbolistas.
Ante el Arsenal, Mbappé tuvo dos ocasiones claras, a pase de un Bellingham que si lo entiende todo. Vinicius tuvo una de acción individual. Pero la única que tuvieron entre ambos, a los diez minutos de juego, con todo a favor para marcar el primero, el brasileño decidió conducir en una jugada que invitaba a un pase directo al francés para dejarle solo. La sensación de esa jugada fue que Vinicius buscó un protagonismo extra: si va a marcar Mbappé, que quede claro que la jugada la he hecho yo.
La lucha de egos está lastrando al Real Madrid, pero en dicha lucha, parece que solo pelea Vinicius, más centrado en demostrar que en jugar. Lo cierto es que cuando el brasileño no ha jugado, Mbappé ha brillado, pero eso todavía no ha pasado al revés este temporada.
Soluciones al problema
Ancelotti no parece encontrar la solución al problema. Como dijo en rueda de prensa “los mejores tienen que jugar siempre”, pero luego no es capaz de hacerles jugar como equipo. Ya son muchos los que creen que el Real Madrid debería decantarse por uno de los dos, y parece que en esa decisión, el brasileño podría salir muy mal parado.