Este fin de semana se está disputando el GP de España en el circuito de Montmeló, en Barcelona. Uno de los circuitos más longevos del actual campeonato, desde 1991. Veterano, perfecto, que muchos equipos escogen para hacer entrenamientos y pruebas durante el invierno. Pero ha sido ahora Madrid la que ha pasado ‘al ataque’ con la celebración de su propio Gran Premio.
El contrato de Barcelona con la F1 expira en 2026, justo el año que Madrid entra en el calendario
No obstante esto no sería mayor problema salvo por el hecho de que Madrid desplazará a Barcelona del Mundial, y la cita de la capital tendrá ya su primera disputa el próximo año, en 2026. Por tanto, se puede decir que la prueba de Cataluña podría estar viviendo en este 2025 su última aparición, al menos como sede del Gran Premio de España, aunque realmente también tendría su opción para el siguiente Mundial, colocando su nombre como Gran Premio de Europa (como pasó con Valencia entre 2008 y 2012), o como ‘base’ del Gran Premio de Catalunya, como viene ocurriendo en MotoGP.
Y aunque las autoridades catalanas y la dirección del trazado han manifestado su intención de seguir formando parte del calendario, la realidad es que el acuerdo con Liberty Media expira ese mismo año y no hay una renovación sobre la mesa.
De todas formas, la F1 no quiere que un país tenga celebre dos mismos grandes premios. Ocurrirá también entre Monza e Imola, alternándose por cada año. El impacto de la máxima competición de automovilismo del mundo trasciende el circuito. “El Gran Premio tiene un impacto económico, laboral y de imagen del territorio que hay que preservar”, afirma la alcaldesa de Granollers, Alba Barnusell. Según el alcalde de Montmeló, Pere Rodríguez, la F1 supone un impacto económico actualmente de «400 o 450 millones de euros».
«En Madrid hay mucho dinero»
«Es muy importante para posicionar Cataluña en el mundo y por eso hay una lucha global», cuentan. El Govern está “convencido” de que lograrán renovar el contrato más allá de 2026, sin compararse «con nadie», aseguró el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Y desde el Ayuntamiento de Barcelona, el alcalde, Jaume Collboni, mostró su disposición a hacer «todo lo posible». Pero no es tan fácil.
Algo importante que destaca Madrid, del que incluso ya se ha presentado (con la propia F1 de la mano) bajo la nomenclatura y sede del «Gran Premio de España 2026«, es que esta contará, además del espectáculo en pista, con un show en sus alrededores, al más puro estilo Miami o Las Vegas, que son el espejo en el que se han mirado los organizadores del circuito de Madrid-IFEMA.
«En Madrid hay mucho dinero». La frase, repetida en diferentes versiones por representantes de Liberty Media, dueña de los derechos de la F1, resume el gran negocio por venir, que sigue envuelto en el misterio.
De hecho, en su carta de presentación a Liberty Media y la Fórmula 1, la Comunidad de Madrid, con Isabel Díaz-Ayuso y José Martínez-Almeida en el centro de la foto, se escenificó que será un Gran Premio del que se atraiga a personalidades importantes que la magia del circuito en sí, dejando de lado la historia de trazados como el de Montmeló. Esta semana, la catalana ya ha movido ficha nombrando a Fernando Alonso como embajador del GP, uno de los muchos pasos que debe dar para lograr colarse en la lista de ciudades de 2027.
Su pretensión es hacer coincidir la F1 en un mes de mayo donde ya brillan el Masters 1000 de tenis y la Feria de San Isidro. Montmeló, por su parte, se resiste a perder su turno, iniciado en 1991 y potenciado durante muchos test de pretemporada. Las turbulencias políticas han intentado paliarse con Fira Circuit, la sociedad que desde el pasado 1 de enero gestiona el Circuit. Sin embargo, el músculo financiero se ha debilitado hasta tal punto que Alonso ha terminado aceptando una cifra inferior a la que le ofrecían desde la capital, como ha podido saber GRADA3.
«Barcelona seguirá 30 ó 40 años y otros llegarán y se irán»
Al mismo tiempo, como nueva imagen del trazado, el asturiano ha dejado ver ya sus preferencias. Fernando se empeñó con total determinación a favor del trazado catalán. «No creo que perdamos Barcelona. Esa es mi opinión y también mi deseo». Demandado sobre numerosos temas, incluido el cuestionado pasado Gran Premio de Mónaco, Fernando Alonso tuvo para todo. Incluso para dejar alguna pelota botando, sujeta a interpretaciones.
«Creo que es bueno tener nuevos circuitos. También es bueno tener nuevos países a los que la Fórmula 1 se ha mudado en la última década. Pero, al mismo tiempo, necesitamos mantener algunos circuitos tradicionales donde se ha escrito y forjado la historia de la Fórmula 1″, declaraba el ya embajador del circuito catalán.
«Barcelona ha estado aquí durante las últimas dos o tres décadas, y estará aquí durante los próximos 10, 20, 30 o 40 años. Algunos circuitos estarán en el calendario solo momentáneamente y luego probablemente desaparecerán. Así que no podemos perder Barcelona», detalló. Probablemente se refería al circuito de IFEMA, de naturaleza no permanente…
Con 10 años asegurados para Madrid, la alternancia no ha sido citada por nadie. Que Barcelona tenga continuidad obligaría a incluir sendas ciudades españolas en un calendario de 24 carreras, aunque parece poco viable, pues el porcentaje de carreras en Europa se ha visto reducido drásticamente.
De momento, se escuchan intenciones de crear en la ciudad condal eventos sociales para potenciar las opciones como ciudad vinculada a la experiencia del aficionado que tanto busca Liberty, cada vez más alejada del modelo de trazado convencional para las nuevas carreras. Más cuando la organización e infraestructuras han sido deficientes.
El evento de dimensiones mayúsculas de la capital por 10 años representa una duro obstáculo que no será fácil de lidiar en Barcelona. Domenicali, Liberty y compañía se encuentran en la privilegiada posición de fuerza frente a los responsables catalanes. Porque ahora ya tiene la Formula 1 suficiente y largamente cubierta en España con Madrid, y sus demandas no serán baratas. De todas formas, la imagen de Fernando Alonso al frente de este Gran Premio, que se celebra este fin de semana, puede ayudar las partes a que haya una solución para la carrera del actual Gran Premio de España.