Carlos Sainz está viviendo una temporada agridulce en Williams; cuando fichó por la escudería inglesa, existía un enorme pesimismo después de que la escudería terminara la temporada en la penúltima posición del Mundial de Constructores con solo 4 puntos. También por cómo podía ser su adaptación a su nuevo monoplaza. Sin embargo, pronto se vio el giro radical de la escudería, con un coche rápido y con opciones de mirar a los de arriba de cerca. Pero el piloto madrileño no ha podido aprovechar ni sus buenas sensaciones ni su rápida adaptación.
Carlos Sainz y su momento con Williams
Después de 10 carreras del Mundial de F1, tenemos los suficientes datos para analizar cómo está siendo esta nueva etapa de Carlos Sainz en Williams. El resumen rápido sería sensaciones muy buenas, resultados muy malos. El piloto madrileño ocupan de decimotercera plaza con 13 puntos, mientras que su compañero de equipo, Alexander Albon, suma 42 puntos y ocupa el octavo puesto.
Williams ha sido una de las sorpresas de la temporada, pasando de ser el penúltimo coche a pelear en carreras con Ferrari y Mercedes –que están un paso por encima-. Y Carlos Sainz, tras un par de carreras en las que no acababa de sentirse cómodo, ha ido adaptándose de manera sorprendente. El FW47 es rápido, Carlos Sainz es rápido, pero los resultados no llegan los domingos.
“Quizás esta primera mitad de temporada con Williams, aunque me haya adaptado rápido al coche y estoy yendo rápido, hay muchas cosas que van en mi contra. Aunque estoy convencido de que en el momento que llegue un gran resultado conseguiremos esa inercia que nos hace falta”.
Otro fin de semana para olvidar
En el GP de Canadá, donde se esperaba un buen resultado de Williams, la mala suerte se cebó con Sainz de nuevo, mientras que la mala estrategia del equipo arruinó la carrera de Albon. Pero en caso del madrileño, todo se truncó desde la clasificación, donde se quedó fuera en la Q1, a las primeras de cambio, por culpa de Hadjar. En carrera, partiendo desde el puesto 17 protagonizó una gran remontada hasta la décima plaza, buenas sensaciones, pero rabia porque mostró el potencial del coche.
“Fue un fin de semana muy frustrante. Terminé más relajado después de la frustración del sábado. Puede pasar que una vez al año tengas tráfico en clasificación. A veces toca, la faena es que te toque en un circuito en el que vas tan rápido porque te fastidia poder sumar muchos puntos. La carrera fue frustrante también porque aunque tuviésemos buen ritmo, como pudimos demostrar, no pude empujar en toda la carrera porque había problemas en el coche”.
Problemas de fiabilidad
Pero no acabó ahí el fin de semana. El Williams tenía potencial para hacer algo importante el pasado fin de semana, pero no solo falló la clasifiación, también tuvieron problemas de fiabilidad y Carlos Sainz reconoció que no pudo exprimir el coche, y por eso se llevaba las manos a la cabeza, lamentando que habían dejado pasar una de las grandes oportunidades de la temporada.
“Venir a Canadá y dar 70 vueltas de carrera sin poder empujar por problemas de fiabilidad, protegiéndolos, te deja completamente frustrado. Si me dices que saliendo el 17º puedo ser décimo, lo compro. Pero después de 70 vueltas sin empujar, y acabando décimo, te quedas pensando en lo que podía haber sido…”.
Pero hay que mirar el lado positivo de todo esto. Era impensable prever este Williams, ver a Carlos Sainz lamentado por remontar hasta la décima posición saliendo el 17. Esto dice mucho de la gran mejora del equipo y de la ambición del madrileño. Sigue habiendo coche para lo que resta de año, y los resultados deberían ser mejores a partir de ahora. La mala suerte en las carreras se suele compensar, ya le ha tocado la cruz en varios circuitos, y pronto le tocará cara para poder seguir mostrando su fortaleza.