Xabi Alonso apostó en su primer partido del Real Madrid por un centro del campo con tres jugadores, Tchouaméni, Valverde y Bellingham, tres fijos para Ancelotti que no fueron capaces de dar la talla durante la campaña. Sin embargo ha sido la primera puesta del tolosarra, pero el resultado ha sido exactamente el mismo.
Un centro del campo que no funciona
Es cierto que las bajas en defensa obligaron a Ancelotti a mover ficha y adaptarse a las circunstancias, con Tchouaméni en el centro de la defensa. Pero sin futbolistas en la enfermería, la apuesta eran estos tres jugadores. Sin embargo, nunca llegó a funcionar en la pasada temporada, pero sí que funcionó, y de qué manera, un año antes, cuando Kroos les acompañaba. El alemán liberaba a estos futbolistas de tener que desempeñar un rol que no saben hacer. Tienen grandes cualidades para el centro del campo, pero no la creación, y esto, además de ser una evidencia, impide que sí puedan hacer lo que mejor hacen, explotar su condición física, sobre todo en el caso de Valverde.
En el partido ante el Al-Hilal., volvieron a relucir los problemas de la pasada temporada, un centro del campo incapaz de generar fútbol, incapaz de construir una jugada, pero a la vez desordenados, concediendo en defensa. No había balance, no había estructura y no había juego, ni en ataque ni en defensa.
Güler, la esperanza para el Mundial de Clubes
Xabi Alonso fue consciente de lo que estaba pasando, y por eso decidió dar entrada a Arda Güler tras el descanso. Y el cambio fue más que evidente. El turco comenzó a generar el juego desde la construcción, a ofrecerse, a mover la pelota con criterio. Esto provocó que el equipo, después de una primera parte en donde los árabes les pasaron por encima, cogiera las riendas del partido.
Para el Mundial, Güler puede ser un parche que soluciones la papeleta, pero hay trabajo con él. Su fútbol le hace incorporarse más al ataque de lo que debiera si ocupa esta demarcación. Además, su capacidad defensiva sigue estando por debajo de lo que requiere el puesto. Pero todo es pulirlo y hay tiempo para que aprenda los automatismos de esta nueva demarcación que ya demostró que puede asumir en la recta final de Ancelotti y ahora con Xabi Alonso.
Modric sigue dando motivos para jugar
Modric solo jugó 10 minutos en el estreno en el Mundial de Clubes, tiempo suficiente para demostrar a todos que sigue siendo una de las mejores alternativas del equipo al centro del campo. Lo poco que le dio tiempo a hacer le valió para volver a dar una clase magistral de cómo se debe jugar en la medular, de cómo debe colocarse un futbolista y de cómo se deben buscar las mejores soluciones. A falta de nuevos fichajes, es de esperar que lleguen el Real Madrid y Xabi Alonso no se pueden permitir prescindir de esta pieza que tanto ha dado al fútbol y al club, y que aún puede darlo.
Lo que ha vuelto a quedar claro es que Tchouaméni, Valverde y Bellingham no pueden llevar el peso del Real Madrid en el medio del campo, y que es necesario un futbolista que aporte calidad y salida de balón al equipo. Volver a los cuatro centrocampistas parece la solución más evidente y que más resultado le puede dar al Real Madrid. Ellos tres solos, no fueron suficientes para Ancelotti y parece que tampoco podrán serlo para Xabi Alonso, que tiene que buscar soluciones urgentes si el Real Madrid quiere aspirar a algo en el Mundial de Clubes.