Las nuevas actualizaciones de Aston Martin van cogiendo forma a medida que se acerca el GP de Silverstone de este fin de semana. Se hablaba de mejoras en la aerodinámica durante las últimas semanas, sin especificar mucho más, pero ahora ya se sabe qué va a cambiar y que Adrian Newey, al contrario de lo que nos habían dicho, sí ha tenido mucho que ver en estos nuevos cambios, que además no serán los últimos del año, como también nos habían hecho creer.
La mano de Adrian Newey
La llegada de Adrian Newey en marzo de este año lo cambio todo. Por entonces, el equipo no tenía previsto hacer casi cambios al AMR25, el objetivo estaba en el 2026. Sin embargo, la llegada del británico supuso un cambio de cara a la temporada actual. Como era de esperar, el ingeniero más laureado de la historia de la F1 identificó al momento, algunos puntos débiles del monoplaza actual que sería fáciles de corregir para él, y su implicación no supondría una pérdida de recursos para la próxima temporada, el objetivo entre ceja y ceja del equipo y del propio Newey.
Primero comenzó con lo más sencillo, darle sentido al coche, devolverle la estabilidad a un monoplaza que se comportaba erráticamente, impredecible en pista, “peligroso” como llegó a decir Fernando Alonso por radio en alguna carrera. Esos cambios llegaron en Italia, apenas mejoró las prestaciones, pero si le dio cordura a un monoplaza que dejó de ser imprevisible, cambio suficiente para que el piloto de Oviedo fuera capaz de exprimir al máximo lo que tenía sin ningún temor, y ahí han quedado los resultados.
El propio Newey tenía en marcha un nuevo plan, quedó claro en su primera carrera acompañando al equipo en el paddock. Se paseó por las garajes de las grandes escuderías, observó sus coches, apunto las conclusiones en su libreta, y en declaraciones dejó caer que habría actualizaciones en Silverstone. Lo que había observado a su llegada, lo confirmó observando a sus rivales en Montecarlo, y se pudo a ello.
Cambios para Silverstone
Llegan nuevas piezas aerodinámicas para el AMR25 en el GP de Silverstone, y se cambia el suelo del coche. Será un cambio decisivo para lo que resta de temporada, con el que el equipo espera ser más rápido en recta y más rápido en curva rápida, a la vez que desgaste menos los neumáticos. Se habla de que podrían llegar a ganar hasta 4 décimas por vuelta, algo que ya de por sí es una bestialidad en la F1, pero más en un año donde las diferencias entre todas las escuderías es mínima.
De confirmarse estas predicciones, el cambio de Aston Martin podría ser radical. El equipo podría consolidarse como el líder de la zona media, pero también podría plantar batalla a equipos como Ferrari, Red Bull o Mercedes, muy irregulares a lo largo de esta campaña. Llegar hasta los McLaren parece una tarea casi imposible y no se contempla, pero tampoco nadie se atreve a descartarlo.
Fernando Alonso es optimista, ya lo dijo en Austria, sueña con “un podio”, y hay que tener muy en cuenta estas declaraciones, porque el asturiano no suele decir cosas por decir, y menos tan positivas. Lo cierto es que desde la escudería están muy esperanzados con este nuevo paquete de mejoras, ya no solo porque supondría un paso al frente esta temporada, lo sería para la próxima campaña, para creer que es posible luchar por el Mundial. Es para lo que ha llegado Adrian Newey, para dar el impulso que necesitaba el equipo, y quiere que su mano se note desde ya, y no desde el año que viene.