Pocas carreras se le recuerdan a Fernando Alonso con tantas radios tan variopintas en medio de una prueba de Fórmula 1. México, donde ha abandonado las cuatro últimas veces que ha pisado la pista, le cambia y le trastorna. Con motivo. La mala suerte del bicampeón en el Autódromo Hermanos Rodríguez es inexplicable y sus mensajes por radio fueron un fiel reflejo de cómo fue su tarde en el asfalto. Ni pudo, por cierto, completar la carrera porque tuvo que retirarse en la vuelta 36 por problemas en los frenos de su Aston Martin.
Las radios han tardado en salir a la luz porque durante la retransmisión, en directo, hubo problemas técnicos y los aficionados no pudieron disfrutarlas. Su mensaje, breve pero intenso, cuando dejó pasar a su compañero Lance Stroll, muestra su cabreo y frustración más que justificados durante un Gran Premio en el que le pasó de todo y se fue de vacío. La paciencia se le agotó porque le adelantaron en la salida varios coches cortando la pista que no fueron nunca sancionados, le realizaron una lenta parada en boxes de 7,1 segundos, se quedó sin frenos y sin gomas y tuvo que dejar pasar a su compañero. No se puede resumir en dos líneas su calvario en México pero, más o menos, se puede entender por lo que pasó. Las radios del asturiano durante el Gran Premio fueron un espectáculo y cargó contra todo el mundo.
«La gente no hace el circuito, se va por fuera, gana tres o cuatro posiciones y [Dirección de Carrera] mira para otro lado. Si no recuperamos las plazas, no entienden nada de carreras»; «He visto la repetición (de las salidas de pista) en las pantallas del circuito. Pregunta para Dirección de Carrera: ¿puedo saltarme las curvas 2 y 3 para adelantar como hacen ellos, o me quedo mejor en pista?»; «No entiendo cómo pueden cortar la primera curva y seguir en la posición en la que entraron. Es como si te permitieran arriesgarlo todo, pero tuvieras una tarjeta para salir libre de la cárcel si te equivocas»; «El alerón delantero se ve bien. Pero es muy injusto que esté en esta posición [estar más atrasado de su lugar de parrilla] después de haber hecho bien todas las curvas y ellos no. Son tres o cuatro coches; «Será porque transmitieron todas nuestras conversaciones que hacemos en privado. Esperemos que transmitan esto y que vean lo que ha pasado en las curvas 1 y 2″.
Una radio muy confusa
Pero el mensaje más llamativo fue el que dedicó a Stroll, algo confuso. A Alonso, antes de verse obligado a abandonar, se le pidió que dejara pasar al canadiense. Aston Martin entendió que el monoplaza del español tenía problemas en los frenos y las gomas más gastadas y no tenía sentido seguir detrás. Ese «intercambiad posiciones» remató al español, que le ha endosado a su compañero un 32-0 en clasificación entre este año y el anterior. El ovetense, lejos de la zona de puntos, cedió la plaza y se puso a hacer derrapes en pista. Se desconoce el motivo pero su cámara onboard lo deja muy claro y no es algo que ocurra por casualidad.
El piloto decide hacerlo. Cuando levantó el pedal del acelerador para que Stroll le adelantara, abrió su radio y lanzó un ‘thunder’ cuyo significado solo él conoce. El resto solo podemos especular. Una especie de expresión que significa ‘relámpago’ o ‘trueno’ o lamento. Tal vez en forma de mofa, quién sabe. Resulta muy curioso que escogiera esa palabra y que la dijera en el momento exacto de ser adelantado. Con muchas erres al final de ‘thunder’, por cierto. Cosas de Alonso.