Losail.– Fue la sorpresa del fin de semana. Una aparición estelar más propia de una estrella del rock que de un jefe de equipo de Fórmula 1. Adrian Newey se presentó en el paddock de Losail para acompañar a su equipo por tercera vez este año tras Mónaco, donde ‘debutó’, y Silverstone. Supuso una sorpresa absoluta para todo el mundo, que ansiaba tener la foto del día, aunque Aston Martin asegura a este medio que su visita estaba más que programada. Desde «hacía semanas» estaba previsto que el ingeniero viajara a Catar para acompañar al equipo con el objetivo de «pasar tiempo en pista». Lo que no estaba previsto es que cambiara de libreta este año.
En la alfombra roja que da lugar a la entrada principal del paddock, Newey acaparó el viernes todos los flashes de los fotógrafos que no lo esperaban. Casi nadie lo esperaba. El británico pasó la mayor parte del fin de semana en el hospitality de su equipo. No en la terraza ni en la parte interior, que es ligeramente visible desde fuera, sino en la zona más escondida y remota, donde habitan los pilotos. Fuentes de la escudería aseguran que «estuvo bastante tiempo ocupado con reuniones» sin dar más detalles sobre estas. Su segunda aparición pública fue justo antes de los Libres 1.
El diseñador acaparó cierta atención antes de dirigirse al garaje del equipo. O, más bien, en su bajada por las escaleras, justo antes de encaminarse al box verde para no perder detalle de la única sesión de entrenamientos del fin de semana, clave para comprender el coche y ajustar un set up competitivo. Armado con su libreta, todo vestido de verde corporativo y con una gorra negra de Aston Martin, inició su camino desde el hospitality a falta de diez minutos para el inicio de la sesión. Una vez arrancada, no perdió detalle de la acción en pista y se encaminó hacia el pitwall cuando restaban 32 minutos de sesión para sentarse allí, más cerca del asfalto, al lado de Mike Krack.
Alonso fue tercero en esa sesión, por cierto. El efecto Newey. Hay quien bromea en el paddock con que su presencia da un par de décimas al equipo para el que trabaja. Lo que verdaderamente aporta su presencia es una motivación indescriptible mientras ejerce de inspiración para quienes trabajan codo con codo con él, justo como lleva ocurriendo en la fábrica de Silverstone desde que aterrizó en marzo. Estas sensaciones no dan tiempo por vuelta pero ayudan mucho a la hora de trabajar. Un par de horas más tarde en el viernes, llegó la clasificación al sprint, donde el bicampeón firmó un brillante cuarto, su mejor qualy del año.
Un discurso sorprendente e histórico
Minutos antes de la sesión, un momento histórico en la corta trayectoria de la escudería: el discurso de Adrian Newey. Según ha podido saber este medio, el gurú reunió a sus compañeros y se dirigió a ellos antes de la sesión, mostrando una faceta inédita de líder. Lo nunca visto. Fue su primer servicio como Team Principal de Aston Martin a pesar de que vaya a ingresar en el cargo de forma oficial a partir del año que viene. El diseñador dedicó unas palabras al resto de trabajadores para prepararlos y motivarlos de cara a su tercer fin de semana junto al equipo. Hasta el propio Alonso, tras la clasificación del sábado, desmenuzó ante la prensa esta nueva versión del británico. Estaba entusiasmado hablando sobre él.
«Es muy interesante porque está muy activo. Vino a otras carreras, pero estaba más desde un punto de vista o desde una posición más de ver cómo eran las cosas, no tan protagonista. Intentaba escuchar y hacerse una foto general de cómo era el equipo. Sin embargo, ahora ya está muy involucrado, los meetings son más largos con él. Cuando acabamos el meeting, siempre hace dos o tres preguntas a dos o tres personas específicas, a veces también a los pilotos, y creo que nos va a ayudar a mejorar el nivel porque todo lo que dice tiene mucho sentido. Tiene también el punto de vista de las prestaciones, que muchas veces los briefings son largos, comentamos un poco todas las sensaciones del coche pero no hay conclusiones de cómo hacer el coche más rápido. Él las va teniendo en la cabeza y las va analizando, entonces creo que nos va a ayudar a crecer». Un nuevo Newey.
Nueva libreta
Como es habitual, no perdió detalle de nada, siempre pegado a su inseparable libreta que, por cierto, estrena esta temporada para acompañar su nueva versión. Cambio de libreta tras tantos años. El inseparable amigo del diseñador es diferente al de antaño, al de su época en Red Bull. Pasó, por cierto, algunos minutos en las instalaciones de su exequipo saludando a excompañeros. El color rojo de aquellos años ha cambiado por el verde corporativo tonalidad Aston Martin, para camuflarse con su ropa. Aunque lo más llamativo (se aprecia en la imagen de portada) es el color de las hojas de su interior, que antes eran blancas. Ahora, como ocurre en algunas biblias, luce cantos dorados que llaman la atención y resaltan en directo. No hay que acercarse demasiado para contemplar esa brillante y pulcra tonalidad dorada.
No dio apenas paseos por el paddock pues permaneció la mayor parte del tiempo en el interior de las instalaciones de Aston Martin. Cordial y esbozando alguna sonrisa con sus compañeros, en los turnos de cenas por ejemplo, estuvo acompañado en ciertos momentos por una cámara que tal vez esté preparando ese famoso documental que se anunció. El tiempo dirá. En lo deportivo, se fijó al detalle en el McLaren e intercambió impresiones durante un buen rato con Mike Krack, ambos sentados en el muro de Aston Martin. Se entiende que el ex de Red Bull delegará ciertas funciones el año que viene a pesar de que viaje a unas cuantas carreras, sobre todo a las primeras. Siempre decide él, como en Abu Dhabi en unos días. Lo de dar la cara ante los medios de comunicación, por ejemplo, mejor para Krack, como hizo el domingo por la tarde, u otro portavoz.
