Xabi Alonso zanja el asunto: Arda Güler y Jude Bellingham puede jugar juntos. Son compatibles. En San Mamés, el técnico tolosarra apostó por un doble pivote Camavinga – Tchouaméni y se cargó al turco de la alineación. Una apuesta arriesgada, pero que dio sus frutos. El Real Madrid salió de la Catedral con un contundente 0-3. En rueda de prensa, el entrenador merengue explicó que la suplencia de Arda era «solo una decisión técnica» y que ese cambio en el once «no tenía nada que ver con Jude Bellingham». Sin embargo, la gran victoria de los madridistas en tierras bilbaínas pone al otomano en una delicada situación. Además, Jude no hizo mal partido en la posición de enganche.
Jude Bellingham se sale con la suya en San Mamés
Jude Bellingham se salió con la suya en la Catedral. El inglés supo aprovechar la suplencia de Arda Güler para hacerse reivindicarse. Su actuación fue una exhibición de presencia física, lectura táctica y eficacia técnica. En el plano defensivo, sobresalió. Se llevó cinco entradas –de siete intentadas–, interceptó un balón y firmó tres despejes. A ello se sumaron unas siete recuperaciones y una superioridad total en los duelos. En San Mamés, el inglés ganó el 86% de sus disputas –11/13 en el suelo, 2/2 en los aires–. Un recital.
Con el balón entre sus pies, Bellingham fue igual de fiable: tocó 76 veces el esférico y solo perdió cinco balones en todo el encuentro. Muy por debajo de su media habitual. Su precisión en el pase rozó la perfección- 52/56, un 93%–, y destacó especialmente en campo rival con un impresionante 97% de acierto (35/36). También completó los dos regates que intentó y conectó cuatro envíos largos (de cinco probados).
Eso sí, en ataque, se le echó de menos. Aunque fue el origen del 0-2 de Eduardo Camavinga –da el pase a Trent–, el inglés no se probó ante Unai Simón. En los 90 minutos que disputó el británico en el césped de la Catedral, el ‘5’ no conectó ningún disparo. Algo poco habitual de él. Siempre le gusta acechar el área y probarse… pero este pasado miércoles, no cuajó.
Güler, en el limbo
En San Mamés, Arda Güler disputó los últimos 25 minutos del encuentro. Se encargó de sustituir a Eduardo Camavinga cuando éste se lesionó. Y el turco apenas apareció. En el último tramo del partido, el otomano se hizo tímido. Apenas tocó 25 balones y completó el 98% de sus pases –18/19–. Pero no tuvo tiempo para más. Además, el Real Madrid ya tenía el 0-3 a su favor. Entonces, fue una sustitución que no generó muchos cambios.
Y esto le viene muy mal a Arda. El turco se está quedando en el limbo. Después de arrancar el curso como un tiro –3 goles y 6 asistencias–, el canterano del Fenerbahçe a ido cayendo. Sobre todo por la vuelta de lesión de Jude Bellingham. Desde aquel momento, Güler estuvo contra las cuerdas… y lo cierto es que el joven no supo dar la talla. En Montilivi, el ’15’ fue sustituido en el descanso. No se encontraba. Y durante todo el mes de noviembre, Arda Güler estuvo perdido. Alternaba entre el extremo derecho y la posición de interior. A veces, de enganche, si no estaba Jude. Pero no consiguió sacarse con la suya. Ahora, su puesto está en peligro.
¿El doble pivote condena a Arda?
El futuro de Arda Güler en el Real Madrid se presenta incierto debido a la apuesta firme de Xabi Alonso por el doble pivote formado por Eduardo Camavinga y Aurélien Tchouaméni. En San Mamés, el técnico tolosarra decidió sacrificar al turco de la alineación inicial para dar entrada a los dos franceses. Una decisión técnica que ha dejado a Güler en una situación delicada y con los días contados en el once titular.
Porque en la Catedral, Tchouaméni y Camavinga hicieron el ‘show’. La dupla le aportó al equipo un control, seguridad y solidez que el Real Madrid había perdido en sus últimos partidos. Con ellos en el doble pivote, los pupilos de Xabi Alonso dominan el centro del campo y no pierden, tal como se demostró en San Mamés con un claro 0-3. Esta solidez y equilibrio en la sala de máquinas son vitales para el esquema de Xabi Alonso y han convertido a la pareja en intocable, dejando poco espacio para Arda Güler. Más si está Jude Bellingham acechando el área.
Ésta es la realidad. El doble pivote Camavinga-Tchouaméni exige sacrificar a un centrocampista y todo indica que el damnificado será Arda Güler. La apuesta de Xabi Alonso prioriza un mediocampo fuerte y defensivamente seguro frente a las virtudes ofensivas del turco, dejando a Güler en el limbo y con un puesto cada vez más cercano del banquillo que de la titularidad.
Bellingham y Güler siguen sin poder jugar juntos
A Arda Güler se le complica aún más su situación en el Real Madrid porque sigue sin poder jugar junto a Jude Bellingham, a pesar de que Xabi Alonso insista en que las decisiones de dejar fuera al turco son meramente técnicas. La realidad en el campo, como quedó patente en Montilivi o en el Metropolitano, es que ambos no terminan de combinar bien y se pisan mutuamente, generando desequilibrios en el centro del campo que afectan el juego del equipo.
El problema está en manos de Xabi Alonso, quien debe decidir si sacrificar a uno de los dos para evitar que ambos se estorben y el equipo pierda eficacia. La pareja rara vez juega junta sin que uno esté perdido, como se ha visto también desde la operación de Bellingham. Aunque el técnico defendió que la suplencia de Arda en Bilbao fue una decisión técnica, es evidente que esa incompatibilidad real condiciona las alineaciones y la dinámica de los demás, dejando a Arda en una posición cada vez más vulnerable.
Arda Güler complica su futuro porque la versión ideal del Real Madrid que busca Xabi Alonso pasa por un centro del campo sólido y con un solo creador cerca del área, rol que ahora privilegia para Bellingham por su insistencia en ese espacio. El turco, aunque tiene talento y capacidad, no encuentra el espacio ni la continuidad necesaria para coexistir con Jude, y esa incompatibilidad tácita es la razón de fondo por la que, pese a las palabras técnicas de Xabi, Arda parece destinado a ser sacrificado para que el equipo funcione.
