Xabi Alonso cambia de estrategia para devolverle el triunfo al Real Madrid

Cambio táctico y vuelta a la victoria

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Xabi Alonso parece que va entendiendo que es esto de entrenar al Real Madrid, al menos, contra el Athletic, renunció a su forma de ver el fútbol, y se adaptó más a lo que ha ido funcionando en el club los últimos años. Sin renunciar al balón, al juego colectivo, echó el equipo unos metros para atrás, consciente de que los de Bilbao adelantan las líneas en casa, y cazó al León a las primeras de cambio para encarrilar el partido. Y todo ello, apostando por el músculo más que por la clase, más parecido al fútbol que se jugaba con Carlo Ancelotti.

Un Real Madrid más eficaz

Xabi Alonso dejó a uno de los jugadores que más rendimiento parecía haberle dado desde que llegó al Real Madrid, Arda Güler, para poner en el once a Camavinga junto a Tchouaméni, Valverde y Bellingham. Menos, los laterales, que han llegado este año, el equipo se parecía bastante a los que veíamos el pasado curso con Carlo Ancelotti, y la forma de jugar también fue bastante parecida.

El equipo supo dar dos pasos atrás, invitando a presionar a un Athletic que no se encierra en su área como los últimos rivales blancos, los pequeños, los que le han sacado tres empates consecutivos.  Miliato y Alexander-Arnold, cual francotiradores, rompieron las líneas defensivas con pases largos a Vinicius y Mbappé. Así llegó el primer gol, a los 7 minutos. Y claro, con el resultado a favor, sin la ansiedad de ver cómo se te escapa el partido, y con espacios, los blancos se mueven como pez en el agua. Jugaron el partido con comodidad, controlando el balón, combinando como equipo, sin grandes florituras, sin mucha velocidad, pero con los conceptos muy claros, con el resultado a favor, y con espacios.

Compromiso colectivo

Eso sí, no faltó compromiso colectivo, en ataque y en defensa. Jugadores moviéndose más, jugadas de toque, posesiones largas. De ahí nació el segundo gol de los blancos, una jugada que se jugó por todas las partes del campo, que terminó con un centro de Alexander-Arnold, y con dos cabezazos dentro del área, con los centrocampistas pisando el área, lo que no estaba pasando en los últimos partidos.

Bellingham brilla sin Güler

Es una de las noticias del partido, pero genera dudas. Bellingham jugó su mejor partido, casualmente, el día que no estaba Güler. Ambos jugadores, compartiendo zona de influencia en el centro del campo, no acaban de funcionar. Es más, el turco ha bajado el nivel cuando ha tenido al inglés al lado y, ahora, el inglés ha mejorado notablemente cuando Gúler no ha jugado. Ante el Athletic, Jude sacó a relucir su mejor fútbol, estuvo presente en todos lados, en defensa como en ataque. Su trabajo fue descomunal con y sin balón, siendo clave en el equilibrio de los blancos en el centro del campo. Que Tchouameni y Camavinga estuvieran por detrás de él, le dio cierta libertad para hacer lo que quiere, siempre con trabajo y disciplina, pero a su aire.

El Real Madrid necesita recuperar la senda de la victoria, y lo hizo en una plaza complicada, con el rival supuestamente más duro de las cuatro visitas consecutivas que ha jugado el equipo blanco en Liga. Y lo ha hecho volviendo a los sistemas más parecidos a los de Ancelotti, controlando el partido, pero desde la defensa, no desde el control total del partido, lo que se supone que ha venido a hacer Xabi Alonso. Hubo buen juego, hubo victoria, y hubo comunión después del partido. Aún hay tiempo para enderezar esto, lo que queda claro es que al Real Madrid, cuando se le abren, amenaza, pero cuando se le cierran, sufre.

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