El partido en Bilbao fue un espejismo, eso parece tras la derrota sufrida ante el Celta de Vigo. Hace poco más de un mes, los de Xabi Alonso lideraban la liga con puño de hierro, a cinco puntos de un Barcelona que parecía deshacerse. Apenas 5 semanas después, el Real Madrid está cuatro puntos por detrás de un Barcelona lanzado. Poco se puede salvar del Real Madrid, ante el Celta, Tchouaméni y Rüdiger, que sostuvieron al equipo y estuvieron uy activos en todo momento.
Tchouaméni se consolida con Xabi Alonso
Tchouaméni fue el mejor del Real Madrid, lleva siéndolo en casi lo que va de temporada, si bien, sus actuaciones quedaban eclipsadas al inicio de temporada con los resultados favorables del equipo, ahora que el equipo se hunde, se mantiene a flote como el jugador más en forma del equipo. Es una gran noticia para el jugador, pero una muy mala noticia para el club. Lo curioso es que Tchouaméni, que habrá tenido momentos peores y mejores, es el último jugador al que el Santiago Bernabéu le ha dedicado una sonora pitada. Otros que quizás las merecen más, silencio absoluto.
El francés es el eje del equipo, y su poderío en el centro del campo está siendo clave para que el desastre no sea mucho mayor. Una gran noticia para un equipo que parecía que había tocado fondo, pero todavía puede hundirse mucho más.
Rudiger y su regreso
En las últimas temporadas, Rudiger sostuvo al Real Madrid, lo jugó todo, incluso lesionado, cuando no tenía recambio. Su cuerpo dijo basta al inicio de campaña, y ha vuelto hace varias semanas cuando más falta le volvía a hacer al equipo. Y su rendimiento está siendo superlativo, el de un líder que sabe a la perfección como debe ser un central del equipo blanco. Ante el Celta, fue suplente, Xabi le quiso dar descanso tras acumular partidos completos desde su lesión, pero tuvo que salir al campo a los 23 minutos de juego. Junto con el centrocampista francés, fue sin duda el jugador más destacado del Real Madrid. Ganó casi todos sus duelos en defensa y dio una clase de liderazgo.
Falta de intensidad en el Real Madrid
Los dos jugadores son lo opuesto a lo que les está pasando a sus compañeros. Mientras que ambos están demostrando una garra y un orgullo en cada minuto sobre el césped, sus compañeros demuestran una actitud completamente diferente, pasivos, sin intensidad, e incluso como si el problema del equipo no fuera con ellos. Solo Valverde parecía ayer querer recuperar su sitio en el equipo, nadie más, y solo cuando el equipo iba por detrás en el marcador, con un gol de desventaja, y cuando asomaba el final del partido, despertó. Ya era demasiado tarde, porque otro de los problemas que tiene este equipo es que ni eso le da, el orgullo de un equipo herido capaz de remontarlo todo arropado por un público que intentó llevarle a la victoria.
Rudiger y Tchouameni fueron los mejores de un Real Madrid que sigue a la deriva. La Liga empieza a parecer casi imposible si esto sigue así, y llega el Manchester City, un equipo que no va a regalar nada, que no va a conceder a su rival, y que amenaza con sumergir al Real Madrid en una crisis que hacía mucho que no se veía.
