El domingo en Abu Dhabi se cerró un círculo que parecía imposible de completar. Lando Norris se convirtió en campeón. El primer campeón del mundo de McLaren en 17 años, un logro que Fernando Alonso nunca pudo alcanzar en la escudería de Woking.
Alonso, mentor y guía del camino de Norris a la cima
La emoción que se vivió tras bajarse del coche, con la felicitación de Alonso en forma de abrazo, resumió no solo el título, sino también la consolidación de un vínculo forjado años atrás, cuando Norris comenzaba a dar sus primeros pasos en la Fórmula 1.
Ese vínculo arrancó el 19 de octubre de 2018, en Austin, durante la primera jornada de entrenamientos libres del Gran Premio de Estados Unidos. Entonces, el británico debutaba al volante del MCL33, y una imagen curiosa pasó a la historia. Lando, con gesto tímido, sirviendo un café a Alonso dentro del garaje papaya. Era el primer gesto de mentoría de un campeón para su joven aprendiz, un acto simbólico que prefiguraba la relación cercana que mantendrían ambos a lo largo de los años.
Meses más tarde, Fernando Alonso y Lando Norris corrieron juntos en el equipo de Zak Brown, United Autosports. Fue en las 24 horas de Daytona, en la extinta categoría LMP2 del Mundial de Resistencia, el WEC. Y aunque solo se consiguiera acabar la prueba, Alonso describió el rendimiento del británico como «muy impresionante«, especialmente teniendo en cuenta la falta de experiencia de Lando en coches deportivos.
“Realmente no fue una sorpresa, pero la gente que no conoce a Lando quizás sí se sorprendieran«, dijo Alonso. «Las tandas que hizo fueron muy impresionantes, el trabajo en equipo, la preparación y su gestión», contó el asturiano. Fernando compartió coche con Phil Hanson, ganador de las 24 horas de Le Mans en la clase LMP2 y LMP3, y el propio Norris. «Creo que por la noche cuando cambiamos a neumáticos de lluvia él era quinto, a un minuto del líder, y cuando cambió a neumáticos slicks de nuevo, con Lando al volante, estábamos ya a 27 segundos del primero». Un problema de frenos les impidió llegar más allá del 38º lugar.
Sainz elogia el talento y carácter de Norris
Un año después, Carlos Sainz se unía a McLaren, coincidiendo con Norris en 2019 y 2020. La complicidad entre ellos no tardó en mostrarse pública. Sainz, al comentar la consagración de Norris en Yas Marina, destacó la madurez del británico. «Me alegro por Lando como piloto, porque es más rápido de lo que la gente cree, pero me alegro especialmente por él como persona. Ha sufrido mucha presión en las redes y en la prensa, y ha demostrado que se puede ser campeón siendo una buena persona”, comentó el madrileño, visiblemente emocionado por la victoria de su amigo.
La temporada 2025 fue un desafío constante para Norris. Desde conquistar la emoción de 168.000 aficionados ingleses en Silverstone hasta firmar un triunfo brillante en Mónaco, el británico tuvo que lidiar entre momentos de gloria con episodios de frustración. El más difícil llegó en Zandvoort. Allí, su abandono por una fuga de aceite, lo dejó a 34 puntos de su compañero Oscar Piastri, entonces líder. La imagen de Norris sentado sobre un terraplén con el casco aún puesto se convirtió en un símbolo de su resiliencia.
Fin del reinado de Verstappen
A partir de ese momento, Norris canalizó su talento para poner fin al reinado de Max Verstappen que duraba 1.457 días. Desde diciembre de 2021, Verstappen no había cedido la corona, y Norris, enfrentando la presión de ser visto como sucesor de leyendas, supo manejar la tensión hasta conquistar el Mundial. Su trayectoria en esta temporada presentó curiosos paralelismos con la de Lewis Hamilton en 2008. Entonces, el británico logró su primer título. Ambos ganaron la cita inaugural en Australia, el GP de Mónaco en mayo y el GP de Gran Bretaña en julio, sufrieron abandonos en Canadá y debieron esperar al último gran premio para asegurar el campeonato.
“Ha sido una temporada complicada. Oscar y Max han hecho un trabajo increíble durante todo el año”, admitió Norris tras proclamarse campeón. Su victoria no solo amplía la lista de pilotos exitosos de McLaren, sino que también suma su nombre al de Emerson Fittipaldi, James Hunt, Niki Lauda, Alain Prost, Ayrton Senna y Mika Hakkinen, referentes de una escudería que vuelve a la cima después de casi dos décadas.
Más allá de los números y los récords, lo que emocionó a Norris fueron sus padres, Cisca y Adam, quienes compartieron cada lágrima y alegría junto a él. “Estoy muy orgulloso, no por ser campeón, sino por todo lo que han sacrificado quienes me rodean para hacer esto posible. Hacerlos felices y recompensar sus sacrificios y su trabajo duro es lo que me llena de orgullo”, confesó. Su camino hacia la gloria no fue corto. Lo hizo tras 152 carreras en la Fórmula 1 antes de tocar la cima, solo por detrás de Nico Rosberg (206), Nigel Mansell (176) y Jenson Button (169) en términos de carreras disputadas antes de ganar el título.
Un gesto que marcó su carrera
El legado de Alonso y Sainz también se refleja en este triunfo. Ambos dejaron una huella importante en la formación de Norris, enseñándole que el talento se complementa con humildad y consistencia. El gesto de Norris sirviendo un café en Austin se ha transformado en símbolo de su aprendizaje. Lecciones sencillas, impacto enorme. 17 años después de que McLaren alcanzara la cima por última vez, el británico recoge ahora los frutos de su talento y paciencia.
«Cuando se gana, se celebra, y cuando se pierde, hay que felicitar al campeón».pic.twitter.com/2UnVToeCGb
— John F1 🇪🇸 (@JohnF1_14) December 8, 2025
La historia de Lando Norris es, en muchos sentidos, la historia de McLaren misma. Una escudería que resurgió tras años de transición. La misma que confió en jóvenes promesas y que, finalmente, vio cómo una nueva generación devolvía el campeonato a sus vitrinas. La combinación de mentoría, disciplina y oportunidades hizo posible que un piloto de 25 años cerrara un ciclo histórico, inspirando a su vez a toda una Generación Z que lo ve como ejemplo de que se puede alcanzar la cima siendo una persona íntegra y cercana.
Al final, más allá de los abrazos, las lágrimas y los aplausos, el título de Norris simboliza una victoria colectiva. La del equipo, la de sus padres, la de McLaren y la de quienes apostaron por un talento que aprendió desde abajo a tocar las estrellas. El café servido en Austin, la presión de los medios, las penurias de muchos Grandes Premios, todo culmina en un momento que quedará para la historia: Lando Norris, campeón del mundo, ejemplo de constancia y buena persona, llevando a McLaren de nuevo a la gloria después de 17 años.
