Una de las grandes noticias del Real Madrid en este nuevo curso es que no se habla de Tchouaméni, nada, y eso tiene una explicación evidente, que hace un trabajo a la sombra perfecto, sin errores, y que está siendo clave para la estabilidad del club blanco en la medular. Pero sería injusto que, después de haber sido uno de los grandes señalados en los últimos años, no se valore ahora su elevado nivel. Ante Osasuna estuvo muy acertado en el centro del campo, peor ante el Oviedo, completó uno de sus mejores partidos desde que viste la camiseta blanca. El jugador resurgió después de la pitada que se llevó el pasado año y la llegada de Xabi Alonso le ha elevado un nivel antes visto en el Real Madrid.
La transformación de Tchouaméni
El cambio de Tchouaméni en ocho meses debería quedar documentado para que se lo vean una y otra vez los futbolistas de cualquier equipo que no atraviesan su mejor momento, como si de un temario educativo se tratara, cómo pasar de ser pitado por tu estadio a convertirte en todo un referente en el medio del campo.
Es verdad que el francés estuvo muy condicionado cuando el pasado curso Ancelotti lo quiso colocar en el centro de la zaga, una función que puede desempañar cuando está muy bien rodeado, no era el caso de la pasada campaña, e hizo agua por todos lados. A tal punto, que recibió el peor de los castigos que puede sufrir un futbolista, fue silbado por su propia afición. Fue entonces cunado el entrenador italiano acabó de darle los galones a Asencio en la defensa y devolver al internacional con Francia a su hábitat natural. Fue su liberación y poco a poco, no solo recuperó su mejor fútbol, mostró un nivel que hasta la fecha solo había sacado a relucir con Francia.
Clave para Xabi Alonso
Y este nivel tan deslumbrante tiene una explicación táctica: Xabi Alonso le ha rodeado de grandes jugadores como Valverde y Güler, que le permiten tener que desentenderse de la creación y centrarse más en las labores de contención en las que brilla. Pero esto mismo es lo que le permite también tomar buenas decisiones con la pelota, porque ahora tiene alternativas por todos lados (incluida la de Huijsen), generándole más espacio y tiempo en la medular clave para que pueda tomar las mejores decisiones.
Y en defensa, dada la reducción de espacios, con un equipo con las líneas más juntas y compactas, permiten a Tchouaméni ser un muro de contención infranqueable, capaz de bloquear los avances de los equipos rivales, que apenas han podido generar peligro al Real Madrid en el presente curso.
El francés es una pieza clave para el sistema de Xabi Alonso, un futbolista capaz de equilibrar a una plantilla confeccionada y trabajada (aún falta de esto último) para defender, para vivir en campo rival y para mantener en orden las líneas del equipo.
Tchouaméni y la comparación con Casemiro
Tchouaméni nunca ha tenido un camino fácil en el Real Madrid, sobre todo porque vino a ser el recambio de un mediocentro defensivo que ha escrito su nombre en la historia del Real Madrid, la de un Casemiro que, junto a Kroos y Modric, crearon un centro del campo temible para todos los rivales. El brasileño dejó huella y el francés vino a ser su recambio, pero la sombra siempre ha sido demasiado alargada, pero parece que poco a poco, va logrando convencer, porque sus últimas actuaciones están siendo soberbias. De momento, está siendo una de las claves del club blanco en este inicio de campaña y un fijo para un Xabi Alonso que espera sacar lo mejor del francés este año.