Ferrari vuelve a estar en el punto de mira de la FIA. Tras la polémica doble descalificación del Gran Premio de China, el máximo organismo de la Fórmula 1 ha sometido de nuevo a las SF-25 a revisión en Japón. Tras ser descalificados de por irregularidades técnicas en Shanghái, las verificaciones realizadas en Suzuka han constatado que los monoplazas del Cavallino Rampante están dentro de lo que establece la normativa en vigor. Todo ello, sin embargo, ante la reiteración de unas verificaciones que ya han despertado las sospechas de los aficionados.
Ferrari, bajo la lupa de la FIA tras el GP de China
Después de la carrera en Shanghái, la FIA seleccionó de manera aleatoria a dos coches entre los diez primeros para someterlos a controles técnicos adicionales. Para sorpresa de muchos, los elegidos fueron los Ferrari de Charles Leclerc y Lewis Hamilton, a pesar de que ambos ya habían sido descalificados por irregularidades detectadas en la verificación inicial.
Las inspecciones se centraron en el cumplimiento de la Directiva Técnica TD022, que regula los sistemas y procedimientos de los pit stops. A pesar de la controversia generada por la exclusión de los monoplazas de la clasificación, la FIA determinó que las SF-25 estaban dentro de los parámetros reglamentarios en este aspecto. No obstante, la reiteración de estos controles sobre Ferrari ha generado suspicacias en torno a un posible endurecimiento de la supervisión hacia la escudería italiana.
Suzuka confirma la legalidad de los Ferrari
La FIA hizo saber de manera oficial desde el circuito japonés de Suzuka que no se encontró ninguna anomalía adicional en los Ferrari correspondientes al GP de China después de las verificaciones técnicas realizadas. Es decir, los sistemas de control en boxes y los parámetros revisados se ajustaban al reglamento técnico de la Fórmula 1.
Este anuncio se hizo oficial en el circuito japonés y en la web de la Federación Internacional. Si bien no hay motivo para sanción alguna a Ferrari, la sensación es que la escudería ha estado en el punto de mira de los comisarios, algo que ha molestado a los integrantes del equipo y a los tiffosi.
¿Persecución o controles rutinarios?
Las verificaciones técnicas son parte del protocolo estándar de la FIA tras cada Gran Premio, pero la insistencia en revisar los monoplazas de Ferrari en dos carreras consecutivas ha levantado sospechas. En China, la SF-25 de Leclerc fue descalificada por un peso inferior al mínimo permitido, mientras que el monoplaza de Hamilton sufrió la exclusión debido a un desgaste excesivo del skid block, superando el límite de 1 mm permitido en la tabla de madera del fondo plano.
Sin embargo, más allá de las anomalías de los SF-25 en Shanghai, lo que se se puede demostrar es que Ferrari haya intentado saltarse el reglamento de forma deliberada. Por otro lado la FIA defiende que su proceso de selección de los monoplazas para ser inspeccionados es aleatorio y que se cumplen los procedimientos establecidos. De todas formas, la comunidad de la F1 sigue dudando sobre si este tipo de comprobaciones son una simple casualidad o si hay detrás un control estricto sobre el equipo de Maranello.
Ferrari debe garantizar que sus monoplazas estén en conformidad con cada uno de los aspectos del reglamento técnico para no incurrir en nuevos episodios polémicos. La lucha por el campeonato se encuentra más que ajustada, de forma que una eventual sanción podría ser definitiva para decidir la carrera por el campeonato.