Carlos Sainz ha vuelto a encontrarse con su Williams. No es que en este inicio de año estuviera perdido, ni mucho menos, pero sí que le faltaba un punto más para ir adecuándose a un coche del que tuvo demasiado poco tiempo para ir aprendiendo de él. Porque a diferencia de los que no cambiaron de montura, el aprendizaje se ha hecho más difícil para el español.
Carlos Sainz ya se encuentra cómodo en su Williams: «Tocaba maximizar»
Sobre todo dada la falta de tiempo con apenas un día y medio en los tests de pretemporada en Bahréin. Y saltar al ruedo con un monoplaza nuevo, con todo con aprender, tanto dentro como fuera de la pista es un proceso que requiere algo de paciencia. Véase Lewis Hamilton, por ejemplo, que llegó como el salvador de Ferrari y en estas cinco carreras todavía no se le ha visto.
Y todo ello ha llegado, casi de golpe, en este pasado Gran Premio de Arabia Saudí, celebrado en Jeddah. Y lo hizo desde el primer día, con unos entrenamientos del viernes donde, por vez primera en este curso, se le vio a un Carlos Sainz cómodo y dispuesto a aprovechar cualquier oportunidad para ubicar su Williams en los puestos de puntos.
El sábado también fue un buen día, logrando ser sexto en la parrilla de salida, para llegar a la carrera del domingo priorizando la gestión de los neumáticos medios durante la primera tanda de la carrera ante la ofensiva de pilotos con coches muy superiores.
Como dijo el propio piloto madrileño al final del Gran Premio de Bahréin, su mejora no se debe más que al propio tiempo de adaptación necesario para alguien que estuvo en otro equipo por muchos años. Desde 2021, Sainz formó parte de una Ferrari con la que peleó por poles y victorias, por lo que aun necesita hacer ciertas maniobras de manera distinta a como lo ejecutaba en la escuadra de Maranello.
En Bahréin se vieron brotes verdes y en Arabia Saudí fue todo aún mejor
Ya en Bahréin se vieron brotes verdes y en Arabia Saudí todo ha ido todavía mejor. «El cuerpo adquiere una memoria muscular (para anticipar las reacciones) y ahora te subes a este coche (el FW47) y tiene que revertir lo que aprendiste. No es desaprender, porque lo que aprendí me hace ser rápido en algunas curvas, pero en otras no tengo que hacer algo que antes hacía al girar y frenar. Es casi imposible ser rápido en tres carreras con un coche nuevo», decía Carlos Sainz en Bahréin.
«No estoy en mal lugar, sólo debo hacerlo todo bien durante el fin de semana, sin sanciones, y encontrar el tiempo en la Q2 que es ahora la vuelta de nuestras vidas. Sin esa vuelta estas acabado, porque sales atrás y no se puede adelantar como se vio en Suzuka», señalaba. Y eso es justamente lo que se vio en Jeddah.
En Williams están orgullosos de él
El madrileño empieza ahora su verdadera temporada, de la que se pueden esperar momentos de éxito. Su solidez y experiencia se imponen ya en la escuadra de Grove. «Estar en la quinta carrera sacando el máximo del coche es una buena señal, hay que seguir en esta tendencia porque está funcionando», decía.
Hoy tocaba maximizar y estaba claro que Lewis y Norris nos iban a adelantar. Hay que seguir así. Habrá carreras que planten batallas y otras en las que habrá que saber aguantar», explicaba a las televisiones tras la carrera de Arabia Saudí.
Más allá de los puntos de este domingo, el español pone en valor el paso adelante que ha dado él con su Williams, algo que en el equipo no han dudado en elogiar. Porque su rendimiento está siendo tan positivo que nada más terminar la carrera, al pasar por la línea de meta, Carlos Sainz ha recibido un mensaje por radio muy especial. «¡Vamos Carlos! Estoy muy orgulloso de esto. Solo trabajo en equipo, entiendo por qué ganaste en Singapur», en referencia a darle el DRS a Albon para que el tailandés también cazara puntos. El mensaje fue de James Vowles, quien confió ciegamente en él para esta temporada.