El ambiente en Aston Martin no es el mejor tras un inicio de temporada por debajo de lo esperado. Con tres carreras seguidas sin puntuar, Lawrence Stroll ha dicho «basta». El dueño de la escudería de Silverstone no se ha escondido para mostrar su descontento ante el pobre desempeño del AMR25 y ha dado un golpe sobre la mesa. El lunes, el mandatario convocó una reunión de emergencia en la fábrica de Silverstone que ha revelado un motivo concreto que podría estar detrás del desastre, el nuevo túnel de viento.
El túnel de viento de Aston Martin
Andy Cowell ha confirmado que la razón principal de lo que está pasando es la falta de concordancia entre los datos que se obtienen en el nuevo túnel de viento y los que presenta el monoplaza en la pista. Esa herramienta que debía ser clave para el desarrollo del AMR25 se ha convertido, según fuentes internas, en una carga inesperada.
El nuevo túnel de viento que fue inaugurado en marzo de este mismo año, prometía impulsar la competitividad del equipo de forma inmediata. Sin embargo, sus resultados han sido contraproducentes. Los datos generados por esta instalación no coinciden con los modelos de simulación ni con los obtenidos en el antiguo túnel de Mercedes en Brackley, donde el AMR25 comenzó su desarrollo.
Esa disonancia ha provocado que el monoplaza se comporte de forma errática, con una pérdida clara de ritmo en comparación con sus rivales directos. Fernando Alonso no ha logrado puntuar en las últimas tres citas y Lance Stroll ha quedado fuera en Q1 más veces de las que ha pasado a Q3.
Aston Martin frena su desarrollo
El hallazgo ha desencadenado una reacción inmediata: Aston Martin ha decidido paralizar por completo el desarrollo del AMR25. Fuentes cercanas al equipo confirman que todos los recursos técnicos y humanos se redirigirán hacia el coche de 2026, cuando entrará en vigor el nuevo reglamento técnico de la Fórmula 1.
La decisión no ha sido fácil, pero en Silverstone son conscientes de que insistir en una plataforma defectuosa solo agrandaría la brecha con los equipos de cabeza. Con solo 10 puntos en el campeonato de constructores y Racing Bulls y Alpine cada vez más cerca, la prioridad ha cambiado: salvar lo que se pueda de la temporada y preparar con garantías el asalto al nuevo ciclo normativo.
En palabras de Cowell, “el equipo aún está aprendiendo a utilizar las nuevas herramientas. No es un proceso inmediato, y es evidente que hemos cometido errores que ahora debemos corregir”. La falta de correlación ha dejado sin guía a los ingenieros, obligándolos a trabajar casi a ciegas durante semanas.
Cambio de rumbo en Aston Martin
La situación ha encendido todas las alarmas, pero también ha marcado un punto de inflexión. Lawrence Stroll ha exigido resultados y ha dejado claro que no tolerará más tropiezos. Aunque no se han señalado nombres directamente, es evidente que se han pedido responsabilidades internas. El mensaje es claro: no se puede construir un proyecto campeón con bases inestables.
El caso del túnel de viento será estudiado a fondo en los próximos meses, pero ya ha dejado una lección clave: en la F1 moderna, la tecnología solo es útil si se sabe interpretar. El camino al éxito, aunque pavimentado con millones, sigue dependiendo del factor humano, y por mucha tecnología e inversiones millonarias, si no se hacen las cosas bien por parte del personal, no habrá resultados.