Aston Martin va de mal en peor y no tiene pinta de que la situación vaya a mejorar esta temporada con el AMR25 de Fernando Alonso y Lance Stroll. Está claro que si el sufrimiento de 2025 sirve para que el equipo emule lo conseguido por BrawnGP en 2009, habrá merecido la pena. Pero situaciones así se han dado muy pocas veces en la historia de la Fórmula 1.
En 2025, Aston Martin parece, por momentos, el décimo coche… de diez
Sí, Lance Stroll puntuó en las dos primeras carreras, accidentadas o marcadas por descalificaciones, pero Fernando Alonso aún no ha sumado después de seis grandes premios. Y el AMR25 mejora a su predecesor, en teoría, pero empeora con respecto a todos los rivales directos y no directos de la parrilla.
Por momentos parece el décimo coche de diez. Y en ese sentido, parece difícil diseñar una revolución de cara a la temporada 2026. Eso está en manos de Adrian Newey, al que se le ha encargado crear el coche que tanto ansía el piloto asturiano (y sus aficionados).
Incluso, el jefe de Aston Martin llegó a revelar en Miami que una vez han puesto en marcha su propio túnel de viento (funciona desde el GP de Australia), se han encontrado con alguna sorpresa negativa en los datos en el resto de herramientas de simulación que utilizan para diseñar piezas y llevarlas al monoplaza: “Lo que vemos es que hace 12 meses las herramientas nos parecían precisas, pero ahora decimos que no, que no es lo suficientemente bueno. Lo que hemos visto en los últimos 12 o 18 meses es que las herramientas que tenemos no son tan fuertes».
Claro que el equipo verde no está haciendo algo tan radical como lo que se vio en su momento con el mencionado BrawnGP, aunque sólo sea porque la normativa de la FIA prohibía utilizar el túnel de viento y el resto de herramientas de simulación para el coche de 2026 hasta el 1 de enero de este año.
Su rendimiento recuerda al Honda de 2008. Luego vino BrawnGP y…
Pero lo que sí parece claro es que el AMR25 no va a recibir mucha más atención. De hecho, su rendimiento es bastante similar al de aquel Honda de 2008, pilotado entonces por Jenson Button y Rubens Barrichello: el brasileño sumó 11 puntos y el británico apenas 3. Pocos meses después, los dos fueron copando los primeros puestos, con hasta 5 dobletes en 17 carreras de aquella temporada 2009.
Por la parte de Aston Martin, el camino puede ser algo similar. Y es que los resultados otorgados por el nuevo túnel de viento de Aston Martin han dejado boquiabiertos a todos los ingenieros. Los números que ha dado la maqueta del AMR25 no cuadran, con un claro señalamiento a su creador. Hasta ahora, Aston Martin había compartido instalaciones con Brackley, la fábrica de Mercedes.
El AMR25 no recibirá más atención
La construcción de su propio túnel de viento prometía ser un punto de inflexión en el desarrollo de la escudería de Lawrence Stroll, aunque lo único que ha hecho hasta ahora es destapar las vergüenzas del coche ideado por Dan Fallows.
El AMR25 nació en el túnel de viento de Mercedes. Sin embargo, los datos que ofrecía esta infraestructura y los que ofrece la nueva no encajan, dejando al equipo técnico en pañales de cara al desarrollo del monoplaza de este 2025.
Para un equipo que tiene ambiciones de ganar carreras y campeonatos en el próximo reglamento de la F1, especialmente después de haber invertido millones en instalaciones de última generación y haber fichado a golpe de talonario a la leyenda del diseño Adrian Newey, sus actuaciones actuales están por muy debajo de lo mínimo que espera el dueño del equipo, Lawrence Stroll.
Un cónclave que ha servido para encontrar al culpable del fiasco de AMR25. La causa podría estar en su nuevo túnel de viento. La falta de correlación entre las herramientas aerodinámicas ha provocado un replanteamiento a fondo.
Actualmente, ocupan la séptima posición en el Mundial de Constructores, aunque, de seguir así, no sería descartable que los de Silverstone acaben esta temporada más atrás todavía en esta clasificación. Ahora más que nunca, todas las esperanzas puestas en 2026 y el cambio de regulación.