Todo lo que se cuece en McLaren va más allá de los números. Oscar Piastri viene demostrando a lo largo de todo el año, en estas primeras 9 carreras, que su candidatura al título es bien distinta a la que piensa presentar Norris, lo que no ha pasado desapercibido para nadie en McLaren.
Oscar Piastri, camino de campeón
El inglés ya afirmó que no pensará en el trofeo «hasta mediados de año», que antes no tenía sentido. Mientras, Piastri rentabiliza cada una de sus oportunidades: lo hizo ganando en Bahrein, en Arabia, en Miami (las tres consecutivas), y la última en Barcelona.
Y lo mejor es que ha roto otra estadística: en Barcelona ha igualado los 8 podios consecutivos en la historia de McLaren, donde se encuentran Ayrton Senna (1988) y Hamilton (2007). O lo que es lo mismo; salvo su carrera de casa en Melbourne, en el GP de Australia, paradójicamente se ha subido al podio en todas las carreras el actual campeonato.
El piloto australiano de McLaren se confirma como el hombre de moda. Ya suma un total de cinco triunfos en todo el 2025, y se consolida en lo más alto de la clasificación de pilotos. Tanto, que si al inicio era Lando Norris el que parecía como favorito, o al menos tenía el ‘cartel’ para serlo en este 2025 de cara a llevarse el título, es su compañero el que se ha afirmado con contundencia. Después del Gran Premio de España, en Barcelona, el ’81’ se distancia de Norris en 10 puntos.
Por supuesto; comparación con 2024, cuando Piastri jugaba un papel secundario respecto a su compañero Norris, el equipo McLaren ha dado un impresionante paso adelante este curso. En lugar de luchar por estar entre los cinco primeros, como hizo a principios del año pasado, McLaren está siendo sin ninguna duda la fuerza dominante esta temporada.
Anteriormente, Oscar había tenido problemas con la gestión de los neumáticos en carrera, pero Stella, jefe del equipo, cree ahora que se trata de un aspecto importante en el que el australiano mejoró para aumentar y ser ampliamente superior en carrera. Esta es una de las grandes fortlaezas del piloto, lo que hace de él ya no ser un firme candidato al título, sino verlo como el gran contendiente a llevarse el trofeo.
Piastri ya dejó destellos de su clase en las categorías inferiores. Entre 2019 y 2021 logró tres títulos seguidos: Eurocup Renault, Fórmula 3 y Fórmula 2 (estos dos últimos como debutante). Sin embargo, en 2022 le tocó quedarse en la reserva. Fernando Alonso y Esteban Ocon eran entonces los titulares en Alpine: “Soy el campeón de F2 y tendré que ver las carreras este año en el sofá”, reclamó.
Sin presión y sin nervios
Tiempo después, casi en paralelo, el australiano había alcanzado por su cuenta un acuerdo con el equipo McLaren, con el que ya había hecho trabajo de simulación, por lo que Oscar acompañaría a Lando Norris en en 2023. Tras líos judiciales, un órgano competente dio validez al contrato de Piastri y McLaren por delante del de Alpine, limitándose los franceses a pedir compensación económica por el dinero invertido en la formación del australiano.
Oscar Piastri estaba predestinado a llegar a la F1 y 2023 fue el año en el que pudo debutar, pero no con Alpine, estructura a la que había estado ligado y de la que se desvinculó de forma dramática para los franceses, sino con McLaren, a la que llegó con la tarea de hacer olvidar el paso infructuoso de Daniel Ricciardo. Y lo consiguió. De menos a más, consiguió dos podios, mucha fortaleza, y mucho temple. Desde el primer día subido a un F1 se comprobó que, además de su gran defensa en el cuerpo y su velocidad los sábados y en carrera, su temple y su cierta frialdad es la que hacen conseguir sus grandes resultados.
Y lo cierto es que el guion parecía repetirse carrera tras carrera en 2024, con Norris y Piastri muy cerca el uno del otro, pero con el británico con un ritmo ligeramente superior que lo acababa distanciando al mostrarse la bandera a cuadros. Esto no impedía que Oscar aprovechase sus oportunidades, como la del Gran Premio de Mónaco que supuso el primer podio de la temporada y tercero de su corta carrera deportiva.
Y es que a un piloto se le puede conocer mejor al analizar su reacción en las maniobras defensivas que en las de ataque. O lo que es lo mismo; es más fácil perder los nervios bajo la presión de un rival, que cuando es uno mismo el que lanza la ofensiva. En el caso de Oscar Piastri, el australiano parece conducir con una mano, casi sin inmutarse.
«Tampoco soy un robot»
Independientemente de si tiene que adelantar a Max Verstapppen, el piloto de referencia del Mundial de F1 del último lustro, o si es el holandés quien le tira el coche para ganarle la posición. Este último escenario es el que se vio este domingo en Montmeló, donde Piastri hizo buena la pole position que se marcó la jornada del sábado, para acumular su quinta victoria de la temporada y seguir ampliando el hueco a su favor al frente de la tabla de puntos.
«Me he emocionado un par de veces en mi carrera; cuando son emociones negativas, tienen un impacto negativo. También hay emociones positivas que están ahí. Creo que es algo natural estar tranquilo y tratar de estar relajado, pero también hay mucho esfuerzo consciente en ello», comentó tras ganar en Bahrein su segunda carrera del año.






