Eduardo Camavinga ve la luz al final del túnel. Después de haber sufrido un esguince en el tobillo derecho el pasado 8 de agosto, el francés reaparecerá después del parón de selecciones. El centrocampista del Real Madrid intentó apurar, sin éxitos. Quería estar contra Osasuna, pero no pudo ser. En su primera semana de rehabilitación, el galo hizo de todo para no perderse el estreno liguero: llegaba a las 7:30 de la mañana a la Ciudad Deportiva para iniciar los trabajos de recuperación. Sin embargo, en cuanto vio que no podía llegar, el ‘6’ de los merengues levantó el pie del acelerador.
Contra el Real Oviedo, nadie quiso arriesgar. Eduardo siguió entrenando de manera individual. Pero su vuelta está cada vez más cerca. Este miércoles 27 de agosto, 19 días después del ‘crac’, Camavinga volvió a pisar el césped de Valdebebas y en solitario. El objetivo que se ha marcado el centrocampista es tener minutos en Anoeta contra la Real Sociedad, el próximo 14 de septiembre, después del parón de selecciones. Lógicamente, Didier Deschamps no le convocará con Francia, por lo que Cama se quedará en Madrid y seguirá preparándose para volver lo mejor posible.
🚨 BREAKING: Eduardo Camavinga back training on the pitch today! pic.twitter.com/AhglGWqVwi
— Madrid Zone (@theMadridZone) August 27, 2025
Un ‘palazo’ después de un verano machacándose
El esguince fue un ‘palazo’ para Camavinga. Durante todo el verano, el mediocampista francés había aprovechado sus vacaciones para ponerse a tono. Siguió un plan de entrenamientos y descansos bien elaborados. Xabi Alonso y su staff le habían mandado deberes y él cumplió con creces. Además, hizo trabajos ‘extras’, por su cuenta. Una rutina altamente exigente. Por la mañana, sesiones en el campo; por la tarde, trabajo en gimnasio. Apenas se permitió días libres, siempre rodeado de su círculo de confianza: su cocinero personal y Thomas Sérafin, preparador físico y fisioterapeuta, quienes le acompañaron tanto en Río de Janeiro como en Marbella.
El pasado curso fue un calvario de lesiones: un esguince de rodilla en agosto, dos problemas en el bíceps femoral en noviembre y enero, y una rotura del tendón del aductor izquierdo en abril. Una sucesión de golpes que redujo su participación a poco más de 2.000 minutos repartidos en 35 encuentros. Entre dudas físicas y errores puntuales, como el penalti contra Osasuna, llegó a vivir fases de inseguridad. Logró una pequeña redención con su gol frente al Alavés, pero poco después la lesión volvió a frenarle.
Entonces, tras un curso 2024-25 complicado, Eduardo Camavinga quería afrontar esa nueva temporada con un objetivo claro: recuperar protagonismo en el Real Madrid. No obstante, después de cuatro días de pretemporada, volvió a caer. Pero él sabe que volverá más fuerte. A sus 22 años y a punto de vivir su quinta temporada en Chamartín, el galo sólo piensa en ser titular y volver a conquistar títulos con la elástica blanca. En mayo quiere estar levantando su ya tercera Champions League.
El club lo tiene claro: Camavinga se queda
Pese a las dudas que dejó la última campaña, en el Bernabéu nunca se plantearon una salida. Ni ofertas ni conversaciones: «Camavinga no se toca». Hubo interés desde Inglaterra, pero la respuesta del futbolista fue tajante: “No me voy de aquí”. También llamó a la puerta Arabia Saudí, según Ramón Álvarez de Mon. Pero Eduardo vive un sueño en la capital española. Viste de merengue desde los 18 años y planea seguir haciéndolo. Madrid es su casa.
Además, Xabi Alonso ha depositado una absoluta confianza en él. Aunque todavía no ha disputado un minuto bajo sus órdenes, el centrocampista ya se siente en sintonía con su entrenador. Ha quedado encantado con las primeras sesiones, tanto a nivel físico como táctico, y ha recibido palabras de apoyo directo del técnico tolosarra. Relación de confianza total, con expectativas muy altas desde ambos lados.