Algunos de los jugadores del Real Madrid están muy por debajo del nivel esperado. Solo Mbappé y Courtois parecen estar sosteniendo a un equipo que está a punto de caer por el precipicio. Pero no todo está en el terreno de juego, también en la banda, con decisiones que no acaban de darle equilibrio al equipo.
Los capitanes, en el punto de mira
Si hablamos de jugadores del Real Madrid, lo primero que debemos mirar es a sus capitanes. Con Carvajal lesionado, Valverde, Courtois y Vinicius son los hombres a seguir. Al belga le quitamos de la ecuación, no solo por ser portero, también porque está en uno de sus mejores momentos de su carrera. En el caso de Valverde y de Vinicius, la cosa cambia, no solo en lo deportivo, también en lo que se refiere a su capitanía.
Valverde ya comenzó llamando la atención al inicio de temporada: en esos momentos, el equipo iba funcionando, con defectos, pero él era la nota negativa en cada partido, no se encontraba sobre el césped. Sus actuaciones demostraban que estaba un nivel por debajo de sus compañeros, y, sobre todo, era alarmante la falta de ritmo sobre el terreno de juego, la característica que le ha hecho grande.
Pero más allá de lo deportivo, llamó más aún la atención que públicamente pareciera estar echando un pulso a Xabi Alonso, el primer partido de Champions League, cuando expulsaron a Carvajal y se lesionó Alexander Arnold (ante el Olympique de Marsella), y salió a zona mixta afirmando que él no había nacido para ser lateral derecho, anticipándose a lo que parecía una titularidad en esa posición. Insistió en ese mensaje, e incluso llegó a sufrir el castigo en otro partido de la máxima competición europea, donde calentó, pero no jugó. En el último partido, ante el Girona, parece haber despertado, aunque aún está lejos del Valverde que se espera.
Vinicius, el gran señalado
Vinicius fue el detonante de este mes de noviembre tan negro para el Real Madrid. Al brasileño no le ha gustado nada ser suplente o ser sustituido en muchos de los partidos jugados por el equipo esta temporada. Pero el día del Barcelona, no midió nada su comportamiento. Los blancos estaban haciendo el mejor partido en mucho tiempo contra un grande, contra el eterno rival, y lo que debió ser una gran noticia para el equipo, la victoria final, quedó eclipsado por su reacción al cambio, desproporcionada, a ojos de todo el mundo, lo que tiene el escaparate del Clásico, evidenciando un problema interno con Xabi Alonso. Se llegó incluso a especular con que, si sigue en entrenador, no renovará su contrato.
Los motivos de estas decisiones de Xabi Alonso, no son otras que aspectos deportivos. El brasileño no está bien en ataque y no está en defensa. Si bien, en lo colectivo ha dado un paso al frente, sigue muchos pasos por detrás respecto a sus compañeros. Tiene momentos de ayudar, pero se ve que lo hace más por obligación que por compromiso.
Ante el Olympicos jugó su mejor partido, en ataque, lo que le valió para no ayudar, en nada, en lo defensivo. Y el equipo sufrió, y mucho, pero al póker de Mbappé.
Otros futbolistas lejos de su nivel
Trent Alexander-Arnold ha dejado un mal sabor de boca en este inicio de temporada. Es cierto que en los últimos partidos, estamos empezando a ver el nivel del inglés, el guante en su pierna derecha, pero eso no basta. Su rendimiento defensivo sigue sin estar al nivel exigido, y es clave que lo recupere, por él y por el equipo, que sigue esperando a Carvajal, pero preocupa que pueda seguir cumulando lesiones.
Huijsen también está dejando interrogantes: en los partidos grandes, ha sido uno de los señalados, por su falta de intensidad, por sus fallos en el juego aéreo, siendo tan alto. Nadie duda de que su nivel irá aumentando y de que puede ser uno de los grandes centrales del fútbol español, pero se le pude más actitud y más garra.
Si miramos al banquillo, la cosa tampoco mejora mucho. Mastantuono, al que se le dio muchas oportunidades a su llegada, no las ha sabido aprovechar, veremos como llega de la lesión. Brahim está lejos de ser ese revulsivo que tan bien rendía con Ancelotti. Camavinga, sigue siendo un intermitente, igual se juega un partido brillante, igual es un desastre.
Bellingham y Rodrygo no se encuentran
El futbolista inglés se perdió el inicio de temporada, cuando mejor jugaba el equipo o, al menos, cuando los resultados acompañaban. Desde que ha vuelto, hace gala de su despliegue físico, de su relativa facilidad para el gol, de su compromiso con los compañeros… pero su influencia real en lo deportivo no acaba de ser la esperada. Bellingham no se encuentra en el sistema de Xabi Alonso y apenas tiene incidencia sobre el terreno de juego. Además, también habría protagonizado algún episodio de rebeldía contra Xabi Alonso, quien le ve más como centrocampistas, mientras que él se ve más como mediapunta o falso 9. Su nivel debe aumentar para que puede ser más efectivo con el equipo.
El caso de Rodrygo es el más preocupante. Ha sido ganando protagonismo, pero no llega al nivel. El jugador ha demostrado en estos años su capacidad para vestir esta camiseta, pero está inmerso en una crisis, en una mala racha, de la que no sale. Su aportación es nula, y ante el Girona, igualó la peor racha goleadora de un delantero del Real Madrid en la historia: no ve puerta en Liga desde el pasado mes de enero, ante Las Palmas, y su último gol fue ante el Atlético de Madrid en Champions, inaudito para un futbolista del equipo blanco.
Xabi Alonso y el estilo de juego
Xabi Alonso también ha cometido errores que cabe destacar, pero más allá del rendimiento deportivo y de los propios jugadores, llama la atención la falta de alternativas o propuestas de soluciones, sobre todo cuando el equipo no logra ver puerta: en el Mundial de Clubes, sorprendió con Gonzalo de 9. Más sorprendente aún fue la respuesta del canterano, que acabó el torneo como máximo goleador, y más sorprendente aún es que apenas lo esté usando esta temporada, sobre todo porque es evidente que al equipo le falta un hombre de referencia arriba.
Ayer ante el Girona, fue el caso más evidente. El equipo no pudo marcar en los 90 minutos más allá del gol de penalti. El Girona esta encerrado, y con Fran García y Alexander-Arnold metiendo centros, a nadie, se echaba de menos al canterano. Su presencia, no solo puede ser determinante para esos centros, permitiría fijar centrales, obligaría a que los centrocampistas tuvieran que estar más pendientes de Mbappé, Vinicius o la segunda línea… abriría espacios a sus compañeros y generaría alternativas, pero, por motivos que desconocemos, Xabi Alonso ha renunciado a esta alternativa, a algo básico del fútbol, a jugar con un 9.
Lo que está quedando claro en el Real Madrid es que la plantilla no es tan buena como se presuponía y, sobre todo, que el equipo está descompensando. Porque más allá de los errores individuales, al equipo le sigue faltando algo tan básico como un mediocentro defensivo organizador, y un 9, partes de una columna vertebral básica del fútbol que los blancos tienen rota.