La salida de Carlos Sainz de Ferrari fue traumática para el piloto español por el modo y las formas en las que se produjeron. Antes de que se iniciara el Mundial de F1 de 2024, se anunció que Hamilton conduciría para Ferrari en este 2025 por el madrileño. Pese a ello, el comportamiento de Carlos Sainz fue ejemplar y completó una gran temporada con varias victorias importantes. Su salida a Williams fue un paso atrás en su carrera, pero, cosas de la F1, el FW47 funciona, y muy bien, y ahora toca el momento de hacer sangre.
Terremoto en Ferrari
La llegada de Hamilton a Ferrari está lejos de lo esperado. El rendimiento el SF-24 está muy por debajo de las expectativas, muy por debajo del monoplaza del año pasado, que acabó las carreras siendo el mejor coche de la parrilla. Y la adaptación de Hamilton está también muy por debajo de los esperado, quien no acaba de cogerle el tranquillo a su nueva escudería. Pero lo más preocupante es que el piloto inglés ha empezado a hacer de las suyas y parece haber encontrado un culpable, su propio equipo. Hace varias carreras ya dejó caer que su configuración del SF-24 era diferente a la de Charles Leclerc, que era peor y que eso le restaba velociad. Pero en Miami estalló la bestia con acusaciones que han resonado en todo el mundo.
Durante Miami, se colocó detrás de su compañero, con más ritmo, y pidió paso por radio, no de las mejores formas. “Estoy quemando mis ruedas detrás de él”. “¿Quieres que me quede aquí sentado durante toda la carrera?”.
Desde boxes le pidieron que se mantuviera pegado al DRS de Leclerc, pero la respuesta de Hamilton más dura: “Esto no es un buen trabajo de equipo es todo lo que voy a decir”. Y continuó con un “¡Ah! ¡Tómate un descanso para tomar un té!”.
Finalmente el equipo le dejó adelantar a su compañero de equipo, pero al ver que no progresaba, le pidieron que le cediera la posición antes del paso de meta, a lo que este obedeció. Por detrás se acercaba Carlos Sainz. “¿También queréis que lo deje pasar a él?”.
Carlos Sainz y su pulso a Ferrari
Lo cierto es que la evolución del Williams para esta temporada está siendo tan increíble como impensable. El FW47 fue en Miami el tercer coche de la parrilla. Faltó experiencia y calma para saber gestionar la carrera, pero Albon logró un importante quinto puesto y Carlo Sainz, noveno, detrás de los Ferrari, con un coche dañado, con una estrategia que el perjudicó, pero habiendo superado a ambos en la clasificación del sábado. Pero sabe que a día de hoy está en una posición donde no esperaba estar, luchando mano a mano con los Ferrari.
Detrás de esa fachada tranquila y sosegada que muestra fuera de pista, Carlos Sainz es un luchador y un ganador, y se le ha presentado ante sus narices la oportunidad de tumbar a Ferrari esta temporada, y donde más cuenta, donde más duele, en la pista. El piloto madrileño está ante una gran oportunidad, la de poder reivindicarse contra el equipo por el que lo dio todo y que le dejó fuera del equipo pese a su excelente rendimiento, y no quiere dejar pasar esta oportunidad. En Ferrari ya se habla de una mala decisión del equipo (fácil decirlo ahora), pero lo cierto es que Ferrari, con las dificultades que arrastra desde años, está viviendo un nuevo terremoto con la llegada del siete veces campeón del mundo, mientras que con Carlos Sainz todo parecía transcurrir por la senda de la tranquilidad.
Ahora le toca a Carlos Sainz pagar las cuentas pendientes y dar una estocada a su antiguo equipo, al equipo por el que lo dio todo, al equipo que le tuvo un año con la incertidumbre, y que en un primer momento ningunearon, y que al final no les quedó más remedio que rendirse a su profesionalidad.